El Ayuntamiento, con la ayuda de agentes externos, inicia una campaña de difusión en Alemania, Holanda y Bélgica para captar personas interesadas en comprar alguna de las numerosas viviendas antiguas vacías
La despoblación es uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan numerosos pueblos del interior de Castellón. Además, el problema de encontrar viviendas para alquilar afecta gravemente a muchos jóvenes de pequeños municipios. La escasa oferta, los precios elevados y la falta de infraestructuras adecuadas dificultan la emancipación y permanencia en sus localidades de origen.
Ante este problema, incrementar el parque público de vivienda destinado a uso social se presenta como una estrategia clave para frenar el éxodo. Además, la existencia de un elevado porcentaje de viviendas viejas vacías, inmuebles con más de 50 años que están obligados por ley a pasar una ITV, cuyos propietarios no quieren o no pueden hacer frente a los costes de su rehabilitación, agrava la situación.
Para combatir ambas problemáticas, la agudizada despoblación y la existencia de más de 70 casas antiguas vacías en el pueblo, el Ayuntamiento de Tírig, un pequeño municipio de apenas 460 habitantes situado en la comarca de l’Alt Maestrat, ha impulsado, con la ayuda de agentes externos, una campaña de difusión en países europeos (concretamente en Alemania, Holanda y Bélgica) con el fin de atraer a gente interesada en comprar casas o terrenos en el pueblo y contribuir a repoblarlo.
«Después de un primer sondeo y tras haber visto que hay bastante gente interesada, desde el consistorio agradeceríamos a los propietarios de viviendas o parcelas que estén interesados en venderlos, que se pongan en contacto con nosotros para saber exactamente qué podemos ofrecer», explica el alcalde, Juanjo Carreres.
La idea surgió a finales del año pasado, después de que al pueblo llegaran, por un lado, tres familias alemanas que compraron terrenos con la idea de construir casas; y por otro, una familia de Holanda, que adquirió una vivienda. Estos nuevos vecinos les comentaron que más ciudadanos de sus países de origen estarían interesados en seguir el mismo camino, por lo que a través de sus contactos y de redes sociales tantearon el terreno.
Tras comprobar el interés que había, el consistorio ha iniciado una especie de censo de viviendas antiguas vacías para informar de la oferta de la que disponen a los posibles compradores y ponerlos en contacto con los propietarios. Desde el ejecutivo local confían en el éxito del efecto llamada.
Siete viviendas sociales
A la par que buscan nuevos residentes, el Ayuntamiento también trabaja en la creación de viviendas de alquiler para los habitantes del pueblo. En estos momentos, están en marcha las obras para construir las primeras siete viviendas sociales de Tírig, con una inversión de 650.000 euros, de los que 500.000 provienen de una subvención de la Generalitat valenciana y el resto, de fondos propios del municipio. Estas viviendas las construirán en el solar del antiguo edificio de la cooperativa local y, en este caso, tendrán prioridad las familias con niños en edad escolar, así como los jóvenes del pueblo.
«Para nosotros, tan importante es atraer a gente de fuera como retener a los habitantes y que no se vean obligados a abandonar Tírig si quieren emanciparse de la casa de sus padres porque no tienen dónde vivir», afirma el primer edil.
Las viviendas las ofrecerán en régimen de alquiler a un precio asequible para los futuros inquilinos. De los siete inmuebles, tres serán de dos dormitorios y cuatro contarán con tres habitaciones.
El municipio también ha implementado en los últimos años medidas fiscales para facilitar la adquisición de propiedades. Entre ellas, en diciembre de 2023, el Ayuntamiento aprobó la eliminación de la plusvalía municipal en la compraventa de viviendas, una medida que reduce el coste para los compradores y vendedores y fomenta el movimiento inmobiliario dentro de Tírig.
La eliminación de la plusvalía se suma a la supresión o rebaja de otros impuestos municipales en los últimos años. Y es que, el Ayuntamiento eliminó la tasa de reparación de caminos, redujo el IBI urbano un 12,13% y ha aplicado una bonificación del 35% al IBI rústico.
"Llevamos años reduciendo las tasas y apostando por mantener los impuestos lo más estable posible. De hecho, desde 2007 no hemos subido ningún impuesto a nuestros vecinos y vecinas, sino todo lo contrario, ya que estamos reduciendo o eliminando tasas" ha resaltado el primer edil.
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