Guía didáctica. Editada por Debbie Wei y Rachel Kamel. 1998. 199 páginas.
Lecturas e ideas didácticas para estudiantes de secundaria sobre la Guerra Hispanoamericana
Hace más de cien años, en 1898, Estados Unidos se convirtió en la potencia gobernante de las islas del Pacífico y el Caribe, incluyendo Cuba, Guam, Hawái, Puerto Rico, Filipinas y Samoa Americana. La intervención estadounidense alteró el curso de la historia de estos países, afectando significativamente sus culturas, sistemas políticos y estructuras sociales.
Resistencia en el Paraíso fue escrito por un equipo colaborativo de educadores y activistas, que incluyó a personas de cada uno de los países y territorios presentados. Está diseñado como un recurso para aulas de secundaria y universidad, grupos comunitarios, comunidades religiosas y otras personas interesadas en explorar la participación de Estados Unidos más allá de las fronteras de Norteamérica. Cada capítulo ofrece una reseña histórica, lecturas seleccionadas de fuentes originales e ideas didácticas.
Este volumen está repleto de ilustraciones, caricaturas, fotografías, poemas, cuentos y documentos históricos y contemporáneos. Todas las lecturas están formateadas para facilitar su reproducción en el aula o en grupo.
A diferencia de los libros de texto estándar, Resistencia en el Paraíso ofrece una perspectiva de las personas cuyas vidas y patrias se vieron directamente afectadas por la Guerra Hispanoamericana. Como filipina-estadounidense, aprecio enormemente esta característica del libro, ya que con frecuencia los textos sobre la guerra excluyen las voces de las personas de color. Además de incluir múltiples perspectivas, Resistencia en el Paraíso proporciona herramientas como fuentes primarias, juegos de rol y ejercicios de escritura reflexiva sobre temas como las relaciones internacionales y los derechos humanos, para que las causas y consecuencias de la guerra sean relevantes para los estudiantes. Es un excelente recurso que puede ayudar a los estudiantes a agudizar su pensamiento crítico y a obtener una comprensión más equilibrada de la historia. — Darlene Germino, estudiante de humanidades para docentes, Universidad de Seattle
El libro está agotado, sin embargo hay un PDF del libro disponible de forma gratuita en línea en ERIC .
ISBN: 9780910082334
Publicado por el Comité de Servicio de los Amigos Americanos y el Distrito Escolar de Filadelfia .
Agotado .
Extracto
Estados Unidos se apodera de Puerto Rico
Puerto Rico mantuvo su estatus de colonia española hasta finales del siglo XIX, período durante el cual España perdió la mayoría de sus otras colonias en América Central y del Sur debido a revoluciones internas. Los intereses comerciales estadounidenses ansiaban expandirse al Caribe para beneficiarse de tierras fértiles y nuevos mercados. Buscaron la manera de expulsar a España de la región. El control de España sobre Puerto Rico llegó a un abrupto final con la invasión de tropas estadounidenses en 1898. Los marines estadounidenses invadieron las colonias españolas de ultramar restantes de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Durante la Guerra Hispano-Estadounidense, las tropas estadounidenses invadieron Puerto Rico en Guánica el 25 de julio de 1898. No hubo bajas puertorriqueñas; sin embargo, 50 soldados españoles y estadounidenses murieron en esa batalla. La guerra terminó antes de que comenzaran combates intensos en Puerto Rico. Al final de la guerra, Estados Unidos exigió a Puerto Rico como "pago de guerra" a España en el Tratado de París el 10 de diciembre de 1898, junto con Filipinas y Cuba.
En 1900, la isla cambió de autoridad militar a civil con la implementación de la Ley Orgánica Foraker, que la estableció como territorio no incorporado de los Estados Unidos. Más tarde ese mismo año, el presidente McKinley nombró a George Allen como el primer gobernador de Puerto Rico. En 1917, el Congreso de los Estados Unidos aprobó la Ley Jones, firmada por el presidente Woodrow Wilson. Esta ley extendió la ciudadanía estadounidense a los puertorriqueños por primera vez. También estableció un Senado y una Cámara de Representantes electos localmente, reflejo de la organización del Congreso de los Estados Unidos en Washington. En 1948, el Congreso de los Estados Unidos otorgó a Puerto Rico la autoridad para elegir a su propio gobernador. Puerto Rico desarrolló su propia constitución como Estado Libre Asociado bajo el liderazgo de su primer gobernador electo, Luis Muñoz Marín. Bajo el estatus de Estado Libre Asociado, los puertorriqueños no pagaban impuestos federales sobre la renta ni votaban en las elecciones presidenciales, aunque pagaban seguridad social, recibían asistencia social federal y servían en las fuerzas armadas. El Congreso de los Estados Unidos controlaba las leyes, los tribunales, la moneda, las aduanas, la inmigración, la defensa, las relaciones exteriores y el comercio de Puerto Rico. El inglés se impuso como idioma de instrucción en las escuelas puertorriqueñas, aunque ni los estudiantes ni la mayoría de los maestros lo hablaban.
Corporaciones estadounidenses se instalaron en Puerto Rico y adquirieron vastas extensiones de tierra para establecer plantaciones de azúcar y tabaco. En el proceso, muchos agricultores puertorriqueños perdieron sus tierras y se convirtieron en trabajadores mal pagados en las plantaciones, mientras que otros se mudaron a Hawái o Cuba para cortar caña de azúcar. Para muchos puertorriqueños, emigrar a Estados Unidos continental parecía ser la mejor solución en su búsqueda de mejores empleos y nuevas opciones para sustentar a sus familias.
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