"No comparto una deriva militarista que nos aboque a una nueva carrera armamentística", el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha dudado en pronunciarse 24 horas después de que el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, exigiera más gasto en Defensa a los miembros de la Alianza. El líder del Ejecutivo ha acudido a la conferencia de embajadores, la cita anual en la que los representantes de España acreditados en el extranjero escuchan a las autoridades para conocer las líneas de la acción exterior.
A lo largo de más de 40 minutos, el presidente Sánchez ha querido hacer un repaso a la actualidad mundial en la que ha presumido de la posición de España -"Se abre al mundo con voluntad firme de liderazgo", ha afirmado-; y ha presumido de las "credenciales" del país para hacerse escuchar: "Un momento económico absolutamente extraordinario, inspiramos y merecemos confianza como nunca antes", ha asegurado.
Después de hablar del "desgaste y la erosión del orden multilateral" y del "cuestionamiento frontal de la democracia en muchos países del mundo", el presidente ha reivindicado la necesidad de las relaciones internacionales y la utilidad del sistema multilateral: "Necesitado de profundas reformas, pero por el que hay que seguir apostando".
En este sistema multilateral que tan útil le resulta, hay dos organizaciones clave por las que España apuesta desde los años 80: la Unión Europea y la OTAN. Los socios de la Alianza fijaron en 2014 un gasto en Defensa del 2% del PIB de cada país. Una cifra que, hasta que estalló la guerra en Ucrania en febrero de 2022, no parecía importar. Sin embargo, tras la vuelta a las trincheras la Organización urge a sus socios: el 2% ya no es un tope, sino un mínimo, y en la UE se habla incluso la necesidad de destinar el 3% a inversión en Defensa.
En este escenario España, aunque se define como "aliado fiable", se encuentra en desventaja. En la actualidad es el país de la OTAN que menos invierte en Defensa, el 1,3% del PIB. A los socios prometieron que en 2029 se alcanzaría el 2%. Sin embargo, parece difícil sacar adelante presupuestos para lograr ese incremento progresivo.
En este escenario, Sánchez ha compartido por primera vez su opinión. Sobre el gasto en Defensa ha afirmado que: "El mundo tiene prioridades más urgentes que atender y en ningún manual está escrito que la paz y la seguridad se conquisten reforzando arsenales", ha explicado. Además, ha añadido que "a seguridad va mucho más allá que el gasto en Defensa". Para justificar esta postura, Sánchez ha afirmado que "la seguridad climática y las acciones para combatir sus efectos" con más importantes, en referencia a la DANA que arrasó parte de España el pasado 29 de octubre. "Eso es lo que demanda la sociedad española", ha reiterado.
Antes de este discurso en contra de la inversión en defensa, el presidente ha reconocido que "es evidente" que "el desgaste y la erosión del orden multilateral se está produciendo en todos los frentes". y ha asegurado que "el primero es la extensión de los conflictos armados y de la retórica belicista". Así mismo, al finalizar sus palabras ha recordado que España "invierte casi diez veces más que la media aliada en las operaciones de paz". Menos en Kosovo, hay tropas españolas en todas las misiones de la OTAN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario