Análisis de la declaración del arzobispo C. M. Viganò sobre la situación de la Iglesia /5.ª parte: Todos comparecerán ante el juicio de Dios

La farsa judicial contra el arzobispo Viganò le permitió esclarecer los problemas más graves que afectan a la Iglesia y al mundo contemporáneo.

Cita del arzobispo C. M. Viganò: «Estoy convencido de que entre los obispos y sacerdotes hay muchos que han experimentado y experimentan aún hoy el desgarrador conflicto interior de verse divididos entre lo que Cristo Pontífice les pide (y ellos lo saben) y lo que el que se presenta como obispo de Roma impone por la fuerza, con chantajes y amenazas».

¿Qué es lo que el llamado obispo de Roma, el apóstata Bergoglio, impone hoy a los obispos y sacerdotes por la fuerza, con chantajes y amenazas? ¡El requisito de bendecir el pecado de la homosexualidad y aceptar un cambio de paradigma! Pero esto ya no conduce a las almas encomendadas a su cuidado a la salvación, sino a la destrucción. Por eso, hoy muchos obispos y sacerdotes, como dice el arzobispo Viganò, experimentan el desgarrador conflicto interior. Saben bien lo que Jesucristo les pide y que está en directa contradicción con lo que Bergoglio les exige bajo amenaza de excomunión. Este hereje manifiesto los está transformando en los mismos servidores de Satanás que él mismo lo es. Incluso se ha consagrado a él en Canadá como precedente. En última instancia, el objetivo de Bergoglio es lograr la autodestrucción de la Iglesia.

Cita del arzobispo C. M. Viganò: «Hoy es tanto más necesario que los pastores despertemos de nuestro letargo: “Hora est iam nos de somno surgere (Ya es hora de despertarnos del sueño)” (Rm 13, 11). Nuestra responsabilidad ante Dios, la Iglesia y las almas nos exige denunciar inequívocamente todos los errores y desviaciones que hemos tolerado durante demasiado tiempo, porque no seremos juzgados ni por Bergoglio ni por el mundo, sino por nuestro Señor Jesucristo».

El arzobispo subraya cuál es el deber fundamental de los obispos y sacerdotes, que es el de denunciar sin ambages todos los errores y desviaciones que han tolerado hasta ahora. Recuerda que todos serán juzgados no por Bergoglio, sino por Jesucristo en el día del juicio final. Hoy, Dios exhorta a través del arzobispo: «¡Ya es hora de despertaros del sueño!” (Rm 13,11).

Cita del arzobispo C. M. Viganò: «A Él daremos cuenta de cada alma perdida por nuestra negligencia, de cada pecado cometido por ella a causa nuestra, de cada escándalo ante el que hemos callado por falsa prudencia, por quietud, por complicidad». El arzobispo Viganò destaca la responsabilidad ante Dios. Llegará el momento del juicio en el que los obispos y sacerdotes darán cuenta a Dios de cada alma perdida por su negligencia o por haber callado ante el pecado por falsa prudencia o por querer vivir en paz.

Cita del arzobispo C. M. Viganò: «La mía no es, pues, una defensa personal, sino la de la santa Iglesia de Cristo, en la que he sido constituido obispo y sucesor de los apóstoles, con el mandato preciso de custodiar el depósito de la fe y de predicar la palabra, instar a tiempo y a destiempo, reprender, exhortar con toda paciencia y doctrina (2 Tm 4, 2)».

El arzobispo afirma que su defensa pública no es, en primer lugar, la de él mismo, sino la de la Iglesia. Como sucesor de los apóstoles, tiene el mandato y el deber primordial de custodiar el depósito de la fe y de predicar la Palabra de Dios a tiempo y a destiempo.

Cita del arzobispo C. M. Viganò: «Rechazo con vehemencia la acusación de haber rasgado el manto inconsútil del Salvador y de haberme sustraído a la suprema autoridad del vicario de Cristo: para separarme de la comunión eclesial con Jorge Mario Bergoglio, primero tendría que haber estado en comunión con él, lo cual no es posible ya que al propio Bergoglio no se le puede considerar miembro de la Iglesia, debido a sus múltiples herejías y a su manifiesta alienación e incompatibilidad con el cargo que inválida e ilícitamente ostenta».

El arzobispo rechaza con vehemencia la injusta acusación de haber provocado un cisma separándose del hereje manifiesto que usurpó la Sede de Pedro. El arzobispo explica lógicamente que para separarse de la comunión eclesial con Bergoglio, tendría que haber estado en comunión con él, y añade que esto no es posible porque, a diferencia de él mismo, Bergoglio no está en la Iglesia de Cristo debido a sus herejías manifiestas.

Cita del arzobispo C. M. Viganò: «Ante mis hermanos en el episcopado y ante todo el cuerpo eclesial, acuso a Jorge Mario Bergoglio de herejía y cisma, y pido que sea juzgado como hereje y cismático y removido del trono que indignamente ocupa desde hace más de once años. Esto no contradice en absoluto el adagio “Prima Sedes a nemine iudicatur” (la sede suprema no puede ser juzgada por nadie), porque es evidente que un hereje, en la medida en que no puede asumir el papado, no está por encima de los prelados que lo juzgan».

El arzobispo alza la voz con autoridad de su oficio apostólico y lanza una acusación pública contra el usurpador de la Sede de Pedro, Jorge Bergoglio, ante toda la Iglesia católica y ante Dios, que juzgará a vivos y muertos. Aclara que esto no viola el principio de «prima sedes a nemine iudicatur», porque un hereje manifiesto no es un papa legítimo y, por lo tanto, «no está por encima de los prelados que lo juzgan».

Cita del arzobispo C. M. Viganò: «Acuso igualmente a Jorge Mario Bergoglio de haber causado —en virtud del prestigio y la autoridad de la Sede Apostólica que usurpa— graves efectos adversos, esterilidad y muerte en los millones de fieles que han seguido su insistente llamado a someterse a la inoculación de un suero génico experimental producido con fetos abortados, llegando incluso a hacer publicar una “nota” indicando el uso de la vacuna como moralmente lícito. Tendrá que responder ante el tribunal de Dios por este crimen contra la humanidad».

Además de las herejías, el arzobispo acusa a Bergoglio de crímenes contra la humanidad. Su acusación viene avalada por las declaraciones de especialistas más destacados en el campo e incorruptibles y por el visible fruto mortal que ha producido la criminal vacunación experimental. Además, el suero génico lo tomaron de bebés no nacidos brutalmente asesinados a los que se les arrancó el tejido mientras aún estaban vivos antes de ser matados sádicamente.

Los expertos han demostrado que la vacuna de ARNm tiene otras consecuencias muy negativas además de su carácter inmoral. Altera el genoma humano y, dado su contenido, es precursora de la implantación de microchips en humanos. Con sus efectos impredecibles en el organismo humano, ha sido parte del plan de reducción de la población mundial a mil millones. Bergoglio sabía que las campañas del covid se basaban en mentiras e hipnosis de masas, y, sin embargo, se convirtió en el mayor promotor de este crimen.

La descarada promoción de la vacunación experimental por parte de Bergoglio llegó tan lejos que incluso publicó un documento en el que afirmaba falsamente que la vacunación era moralmente lícita. De este modo, abusó groseramente una vez más de la autoridad papal. En sus discursos, promovía sugestivamente eslóganes como «¡Vacunas para todos!», «¡Hay que hacerlo!», y manipulaba a la opinión pública afirmando que quienes rechazaban la vacuna de ARNm estaban pecando contra el amor al prójimo. ¡Todo esto era una mentira y un engaño flagrantes! Bergoglio ha demostrado así que es el jefe de la Iglesia profunda, que ejecuta los proyectos del Estado profundo.

Cita del arzobispo C. M. Viganò: «Constituye para mí un honor que se me “acuse” de rechazar los errores y las desviaciones que implica el llamado Concilio Ecuménico Vaticano II, al que considero completamente desprovisto de autoridad magisterial debido a su heterogeneidad respecto a todos los verdaderos concilios de la Iglesia, que reconozco y acepto plenamente, así como todos los actos magisteriales de los romanos pontífices».

En términos dogmáticos, el Concilio Vaticano II instauró la herejía del sincretismo con el paganismo. La antimisión sustituyó a la misión y penetró en el corazón de la Iglesia. La declaración herética Nostra aetate fue la que más contribuyó a ello. El Concilio utilizó un vocabulario ambiguo codificando en él los programas suicidas. Su aggiornamento suplantó el Espíritu de Cristo por el espíritu del mundo. El Concilio también abrió la puerta a la herejía del modernismo, que es una sarta de herejías. En el fondo, cuestiona la inspiración divina de la Escritura, la muerte redentora de Cristo en la cruz, Su resurrección real e histórica, y niega lo sobrenatural en la Biblia.

Juan XXIII nombró a los portadores del espíritu modernista para ser los moderadores del Concilio El espíritu posconciliar, de la mano de la herejía modernista, se encarnó en todas las escuelas teológicas. Además, el cambio de la liturgia también afectó a la sacralidad del espacio litúrgico y a la sacralidad del propio santo sacrificio. Esta desacralización se debió sobre todo a que los sacerdotes se volvieron de cara al pueblo. Con la elevación de lo humano por encima de lo divino, el cristocentrismo fue sustituido por el antropocentrismo.

Cita del arzobispo C. M. Viganò: «Igualmente condeno, rechazo y repudio las doctrinas heterodoxas expresadas en el llamado “magisterio posconciliar” que se originó en el Vaticano II, así como las recientes herejías relativas a la “Iglesia sinodal”, a la reformulación del papado en clave ecuménica, la admisión de concubinarios a los sacramentos y a la promoción de la sodomía y de la ideología de “género”. Asimismo, condeno la adhesión de Bergoglio al fraude climático, una loca superstición neomalthusiana engendrada por aquellos que, odiando al Creador, no pueden sino detestar también la creación, y con ella al hombre, hecho a imagen y semejanza de Dios».

El oficio instituido por el mismo Cristo para defender Su Evangelio de salvación —íntimamente ligado al amor a Dios y al prójimo— Bergoglio lo ha abusado absurdamente hasta el punto de llegar incluso al odio abierto al Creador y a la humanidad, y, por otro lado, al amar y bendecir el pecado que lleva al hombre a la desgracia temporal y eterna. Se trata verdaderamente de una manifestación del satanismo hábilmente camuflado con frases rimbombantes de Bergoglio y con sus pseudodocumentos, como Laudato si sobre la llamada ecología. Sin embargo, también en este caso le preocupa el respeto a la llamada «madre tierra», es decir, la promoción del paganismo y el culto al demonio, como lo demostró en la entronización de la Pachamama.

El arzobispo Viganò señala que los proyectos destructivos de los masones, cuyo fin último es la despoblación o el genocidio espiritual y físico, los impulsa la usurpada autoridad papal. Bergoglio promueve activamente las conspiraciones sobre la crisis climática y fomenta la ideología de género utilizada para mutilar a los seres humanos con las llamadas operaciones de cambio de sexo —lo que finalmente confirmó con su gesto de besar los pies a un transexual— y todos los demás proyectos de los masones encaminados contra el cristianismo y la humanidad.

Cita del arzobispo C. M. Viganò: «A los fieles católicos, hoy escandalizados y desorientados por los vientos de novedad y de las falsas doctrinas que promueve e impone una jerarquía rebelde al divino Maestro, les pido que recen y ofrezcan sus sacrificios y ayunos pro libertate et exaltatione Sanctæ Matris Ecclesiæ (por la libertad y exaltación de la santa madre Iglesia), para que la santa madre Iglesia recupere su libertad y pueda triunfar con Cristo después de este tiempo de pasión. Que los que han tenido la gracia de ser incorporados a ella en el bautismo no abandonen a su madre, hoy sufriente y postrada: tempora bona veniant, pax Christi veniat, regnum Christi veniat (¡Que vengan los buenos tiempos; que venga la paz de Cristo; que venga el reino de Cristo!)».

Al concluir su declaración, dirigida sobre todo a los obispos y sacerdotes, el arzobispo Viganò no se olvidó de vosotros, queridos fieles. Su corazón está con vosotros. Le duele que estéis desorientados y escandalizados por lo que hace la jerarquía rebelde a Dios. Habiendo aceptado Fiducia supplicans, la jerarquía actual legaliza el pecado nefando de la sodomía y, en unidad con Bergoglio, bendice la unión pecaminosa de los sodomitas. El arzobispo Viganò os exhorta a rezar y ofrecer sacrificios y ayunos por la purificación de la Iglesia y la renovación espiritual.

Por tanto, unámonos sobre todo en el rezo del rosario en la hora santa de ocho a nueve de la noche con la intención común de que Dios nos dé en el arzobispo Viganò un verdadero papa. Él representa a la Iglesia de Cristo hoy, a diferencia de Bergoglio que, marchando sin arrepentirse bajo la bandera arcoíris, se dirige a la perdición eterna.

+Elías
Patriarca del Patriarcado católico bizantino

 

 El arzobispo Viganò acusa al pseudopapa Bergoglio
https://bcp-video.org/analysis-of-the-statement-5/  /english/
https://bcp-video.org/fr/analyse-de-la-declaration-5/  /français/
https://bcp-video.org/it/analisi-della-dichiarazione-5/  /italiano/



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