Estimados editores:
Les enviamos nuestra videocarta más reciente en la que analizamos el
llamamiento del obispo A. Schneider a los católicos polacos. El obispo
Schneider engaña persistentemente a los católicos ortodoxos; su modo de
actuar puede compararse al del caballo de Troya.
En su vídeo, el obispo auxiliar Schneider, apologista del usurpador del
papado, se dirige a los católicos polacos. Utiliza un método bien conocido
para destruir la verdad. Se adelanta a los argumentos de la oposición
diciendo la verdad de forma deliberadamente sugestiva, infundiendo así
confianza en los católicos ortodoxos. Pero luego da una solución falsa.
Esto es lo que también hizo en su valoración de la declaración herética
Fiducia supplicans. Sin embargo, esta declaración es el corpus delicti que
evidencia que Bergoglio es un archihereje manifiesto y usurpador del
papado. Él no es papa. Habiendo expuesto todos los argumentos verdaderos
contra Fiducia supplicans, Schneider debería haber sacado una conclusión
adecuada: la declaración herética es una prueba innegable de que Bergoglio
es un papa ilegítimo. Por lo tanto, quien quiera permanecer en la Iglesia
de Cristo debe separarse del archihereje. Schneider, en cambio, declara que
el usurpador es un verdadero papa y exige que todos los católicos mantengan
su posición falsa y demagógica. Esto es un gran engaño y manipulación.
Cita de Schneider: «Quisiera saludaros y deciros unas palabras de aliento,
para que permanezcáis siempre fieles a la santa fe católica».
¿Cómo puede Schneider alentar a los creyentes a permanecer fieles a la fe
católica si habla a favor de un hereje público y, por lo tanto, niega la
doctrina católica?
El arzobispo Viganò explica por qué, según la doctrina católica, Bergoglio
no es un papa legítimo: «La Iglesia no puede enseñar el error, ni su
cabeza, el romano pontífice, puede ser a la vez hereje y ortodoxo, Pedro y
Judas…».
Cita de Schneider: «San Pablo dice en la epístola a los Gálatas: “Aunque
venga un ángel del cielo y os anuncie un evangelio diferente, no creáis”».
Pero este versículo bíblico en realidad dice: «Si alguien os anuncia un
evangelio diferente, sea anatema, excomulgado». Basándose en este versículo
de las Escrituras y en la tradición eclesiástica, la bula doctrinal Cum ex
apostolatus officio afirma que un hereje manifiesto, incluido el papa,
queda ipso facto excomulgado. Los padres y doctores de la Iglesia añaden:
un papa así ya no es miembro de la Iglesia y, por tanto, no puede ser su
cabeza. Schneider oculta y distorsiona intencionadamente esta verdad.
Cita de Schneider: «Pero, no obstante, la Iglesia es indestructible. A la
Iglesia no la pueden vencer los enemigos, porque la Iglesia es divina».
Seguramente, la Iglesia es divina e indestructible, aunque quedara reducida
a un puñado de personas aferradas a la ortodoxia en las catacumbas. Los que
traicionan a Cristo y abandonan las verdades y las leyes de Dios están
fuera de la Iglesia. Con su Fiducia supplicans, Bergoglio ha transformado
insidiosa y subrepticiamente la Iglesia católica oficial en una
anti-Iglesia de la Nueva Era con un antievangelio sodomítico. Schneider,
sin embargo, nos impone una pseudofe por la cual debemos creer que la
anti-Iglesia de Bergoglio bajo la bandera arcoíris es la verdadera Iglesia
de Cristo. Este es el gran truco de Schneider, un falso profeta.
El arzobispo Viganò lo comenta de la siguiente manera: «La Iglesia católica
está ocupada por un cuerpo extraño que se le superpone y la oscurece como
en un eclipse: este cuerpo extraño no es la Iglesia, sino la anti-Iglesia
del falso profeta, y como tal no es posible estar en comunión con ella. …
Los católicos pertenecen a la Iglesia católica, no a su falsificación
conciliar y sinodal de la que Bergoglio es la cabeza. ... ¿Son dos
Iglesias? Por supuesto que no: una es la Iglesia verdadera, la otra es la
Iglesia profunda, es decir, su falsificación, la contra-Iglesia, la
anti-Iglesia del Anticristo».
Cita de Schneider: «La autoridad papal de Pedro la estableció Cristo y los
enemigos no pueden derrotarla».
Schneider utiliza esta declaración para probar manipuladoramente su
demagogia, como si Bergoglio, un archihereje manifiesto, fuera un papa
legítimo. Schneider habla en público y no se avergüenza en absoluto de su
ignorancia de la doctrina católica.
El arzobispo Viganò exhorta: «Debemos entender que “la jugada maestra de
Satanás”, enemigo jurado de la Iglesia, se produjo mediante la apropiación
de la autoridad y el abuso del poder vinculado a ella, de modo que su
acción desintegradora tuviera todas las apariencias de legalidad al menos
formal».
«Antes se podía acudir a la Santa Sede para dirimir cuestiones doctrinales
y disciplinarias, mientras que hoy es la misma Santa Sede el instrumento
institucional de los herejes que la han ocupado».
Cita de Schneider: «Así pues, no os desaniméis ni busquéis vuestros propios
caminos; no intentéis establecer vuestra propia Iglesia o una especie de
secta, no os vayáis…».
Schneider, de hecho, está advirtiendo de nuevo que nadie se separe del
hereje manifiesto Bergoglio. A los que querrían separarse de él y
permanecer fieles a Cristo, Schneider los denuncia como aquellos que
supuestamente están estableciendo su propia Iglesia o secta. En realidad,
es a través de Fiducia supplicans que se ha producido una transformación
encubierta de la Iglesia católica en la secta de la Nueva Era de Bergoglio.
Quien quiera salvarse debe separarse de ella.
El arzobispo Viganò expone cuál es el principal problema hoy, cuando
Bergoglio impone excomuniones nulas a los verdaderos pastores católicos:
«El problema, por tanto, no es si estamos en la Iglesia, sino si forman
parte de ella quienes usurpan su autoridad para demolerla. ... Ellos no
forman parte de la Iglesia cuya autoridad han usurpado».
Cita de Schneider: «… no elijáis vuestro propio sacerdote que sea
completamente independiente».
El arzobispo católico Lenga, que sufre por su fidelidad a Cristo, dice a
los católicos polacos lo contrario. Aconseja a los fieles que busquen un
sacerdote católico ortodoxo que sea completamente independiente del hereje
Bergoglio y su estructura.
Cita de Schneider: «Un sacerdote católico no puede ser autónomo e
independiente. Eso no es católico».
Con esta declaración, Schneider pretende de nuevo mantener a todos los
sacerdotes dependientes del archihereje manifiesto Bergoglio, que niega los
principios básicos del catolicismo, de las Escrituras y de la tradición.
El arzobispo Viganò destaca: «Es necesario tomar nota de la usurpación de
la Sede Apostólica, que no está meramente vacante, sino ocupada... La
ilegitimidad de Bergoglio conlleva también la nulidad de todos los actos de
gobierno y de magisterio que ha llevado a cabo».
Cita de Schneider: «Buscad buenos obispos que os acepten; podrían ser
incluso obispos eméritos».
Sí, es necesario buscar buenos obispos fieles a Cristo, como el arzobispo
Viganò o el arzobispo Lenga. Ellos no tienen miedo de llamar al hereje
manifiesto Bergoglio por su verdadero nombre y exponerse así a sus castigos
inválidos. Pero la verdadera salida a la apostasía interna de la Iglesia no
es lo que le preocupa a Schneider.
Cita de Schneider: «... deben rendir cuentas a un obispo que goza de buena
reputación en la Iglesia católica…».
Schneider vuelve a insistir en que los sacerdotes no deben separarse de
Bergoglio y su secta. Consecuentemente, ordena manipuladoramente que deban
estar subordinados a un obispo que esté en unión con el archihereje
Bergoglio. Preguntamos: ¿Qué obispos gozan de buena reputación y cuáles no?
El hecho es que los obispos que se someten al hereje manifiesto Bergoglio y
están en unión interna con él participan de sus herejías. Están lejos de
tener una buena reputación. Son anatematizados por Dios según Ga 1, 8-9.
Obispos como el arzobispo Viganò realmente gozan de una buena reputación
porque defienden fielmente la doctrina católica y rechazan a Bergoglio y
sus herejías que están destruyendo la Iglesia desde la raíz.
Cita de Schneider: «Seguid amando siempre a la Iglesia, seguid rezando por
el papa, especialmente por el papa Francisco, todos los días. Haced
sacrificios por su conversión».
Con esta afirmación, Schneider declara que el archihereje, que se ha
excomulgado a sí mismo varias veces, es el papa legítimo. Schneider
contradice así la Sagrada Escritura y las enseñanzas de los padres y
doctores de la Iglesia. Si los sacerdotes dejan de mencionar el nombre del
archihereje Bergoglio en la santa misa, o si empiezan a rezar en la misa no
en unión con el archihereje, sino por su conversión, se verán sancionados.
Cita de Schneider: «Y cuando nosotros, todos los católicos del mundo,
asaltemos el cielo rogando a Dios que convierta al papa Francisco…,
entonces ocurrirá un milagro y todos le daremos gracias a Dios por ello».
Schneider ha perdido completamente el temor a Dios. Invoca a Dios mismo
para defender la usurpación del papado por parte de un hereje público.
Schneider se recurre a tópicos piadosos sobre la oración para manipular a
los católicos y, una y otra vez, da la impresión de que el archihereje es
un papa legítimo. Incluso promete con picardía un aparente milagro, en el
que él mismo no cree ni lo pide. Schneider se burla de Dios, de la oración
y de los milagros. Se esfuerza al máximo por mantener a los católicos
dependientes de Bergoglio, quien los ha transportado clandestinamente a su
secta mediante Fiducia supplicans. Además, es de público conocimiento que
Bergoglio se ha entregado a Satanás bajo la guía de un brujo en Canadá. Es
absurdo llamar a este usurpador «el vicario de Cristo en la tierra».
Cita de Schneider: «Pidamos a Dios que ilumine al papa Francisco para que
reconozca su tarea y vuelva a fortalecer con toda claridad la fe católica».
Schneider ignora deliberadamente el hecho de que Bergoglio, con toda
claridad, ha destruido la fe católica desde el principio. El arzobispo
Viganò señala que Bergoglio reconoce muy bien su tarea en alianza con las
élites, a saber, «la disolución del catolicismo romano en una falsa
religión sin dogmas de inspiración masónica». Schneider es muy consciente
de esto y también reconoce demasiado bien su propia tarea de manipular las
mentes de los católicos para que nadie se separe del hereje manifiesto y de
su secta.
Las palabras del arzobispo Viganò se aplican también a Schneider: «Quienes
reconocen esa autoridad (de Bergoglio) como válida y legítima, o lo hacen
porque son sus cómplices y no quieren ser descubiertos en su propia
traición, o porque no quieren aceptar las consecuencias necesarias que se
derivan de ello... Admitir que se ha caído en un terrible engaño requiere
ante todo humildad».
En este tiempo de profunda apostasía interior, Dios envía una voz
profética, pero también hay falsos profetas. El arzobispo Viganò es una voz
profética, mientras que el obispo Schneider es un falso profeta. Schneider
defiende repetidamente al archihereje y usurpador del papado. Al hacerlo,
engaña a los católicos y los mete en un falso camino que lleva a la
perdición eterna. Católicos de Polonia, ¡no os dejéis manipular por
Schneider!
+ Elías
Patriarca del Patriarcado católico bizantino
El obispo Schneider, defensor del pseudopapa Bergoglio
https://bcp-video.org/schneide r-advocate-bergoglio/ /english/
La respuesta del Arzbpo. C. M. Viganò al discurso de Bergoglio en Singapur
y a la apostasía abierta de quien se presenta como cabeza de la Iglesia
vídeo:
papado, se dirige a los católicos polacos. Utiliza un método bien conocido
para destruir la verdad. Se adelanta a los argumentos de la oposición
diciendo la verdad de forma deliberadamente sugestiva, infundiendo así
confianza en los católicos ortodoxos. Pero luego da una solución falsa.
Esto es lo que también hizo en su valoración de la declaración herética
Fiducia supplicans. Sin embargo, esta declaración es el corpus delicti que
evidencia que Bergoglio es un archihereje manifiesto y usurpador del
papado. Él no es papa. Habiendo expuesto todos los argumentos verdaderos
contra Fiducia supplicans, Schneider debería haber sacado una conclusión
adecuada: la declaración herética es una prueba innegable de que Bergoglio
es un papa ilegítimo. Por lo tanto, quien quiera permanecer en la Iglesia
de Cristo debe separarse del archihereje. Schneider, en cambio, declara que
el usurpador es un verdadero papa y exige que todos los católicos mantengan
su posición falsa y demagógica. Esto es un gran engaño y manipulación.
Cita de Schneider: «Quisiera saludaros y deciros unas palabras de aliento,
para que permanezcáis siempre fieles a la santa fe católica».
¿Cómo puede Schneider alentar a los creyentes a permanecer fieles a la fe
católica si habla a favor de un hereje público y, por lo tanto, niega la
doctrina católica?
El arzobispo Viganò explica por qué, según la doctrina católica, Bergoglio
no es un papa legítimo: «La Iglesia no puede enseñar el error, ni su
cabeza, el romano pontífice, puede ser a la vez hereje y ortodoxo, Pedro y
Judas…».
Cita de Schneider: «San Pablo dice en la epístola a los Gálatas: “Aunque
venga un ángel del cielo y os anuncie un evangelio diferente, no creáis”».
Pero este versículo bíblico en realidad dice: «Si alguien os anuncia un
evangelio diferente, sea anatema, excomulgado». Basándose en este versículo
de las Escrituras y en la tradición eclesiástica, la bula doctrinal Cum ex
apostolatus officio afirma que un hereje manifiesto, incluido el papa,
queda ipso facto excomulgado. Los padres y doctores de la Iglesia añaden:
un papa así ya no es miembro de la Iglesia y, por tanto, no puede ser su
cabeza. Schneider oculta y distorsiona intencionadamente esta verdad.
Cita de Schneider: «Pero, no obstante, la Iglesia es indestructible. A la
Iglesia no la pueden vencer los enemigos, porque la Iglesia es divina».
Seguramente, la Iglesia es divina e indestructible, aunque quedara reducida
a un puñado de personas aferradas a la ortodoxia en las catacumbas. Los que
traicionan a Cristo y abandonan las verdades y las leyes de Dios están
fuera de la Iglesia. Con su Fiducia supplicans, Bergoglio ha transformado
insidiosa y subrepticiamente la Iglesia católica oficial en una
anti-Iglesia de la Nueva Era con un antievangelio sodomítico. Schneider,
sin embargo, nos impone una pseudofe por la cual debemos creer que la
anti-Iglesia de Bergoglio bajo la bandera arcoíris es la verdadera Iglesia
de Cristo. Este es el gran truco de Schneider, un falso profeta.
El arzobispo Viganò lo comenta de la siguiente manera: «La Iglesia católica
está ocupada por un cuerpo extraño que se le superpone y la oscurece como
en un eclipse: este cuerpo extraño no es la Iglesia, sino la anti-Iglesia
del falso profeta, y como tal no es posible estar en comunión con ella. …
Los católicos pertenecen a la Iglesia católica, no a su falsificación
conciliar y sinodal de la que Bergoglio es la cabeza. ... ¿Son dos
Iglesias? Por supuesto que no: una es la Iglesia verdadera, la otra es la
Iglesia profunda, es decir, su falsificación, la contra-Iglesia, la
anti-Iglesia del Anticristo».
Cita de Schneider: «La autoridad papal de Pedro la estableció Cristo y los
enemigos no pueden derrotarla».
Schneider utiliza esta declaración para probar manipuladoramente su
demagogia, como si Bergoglio, un archihereje manifiesto, fuera un papa
legítimo. Schneider habla en público y no se avergüenza en absoluto de su
ignorancia de la doctrina católica.
El arzobispo Viganò exhorta: «Debemos entender que “la jugada maestra de
Satanás”, enemigo jurado de la Iglesia, se produjo mediante la apropiación
de la autoridad y el abuso del poder vinculado a ella, de modo que su
acción desintegradora tuviera todas las apariencias de legalidad al menos
formal».
«Antes se podía acudir a la Santa Sede para dirimir cuestiones doctrinales
y disciplinarias, mientras que hoy es la misma Santa Sede el instrumento
institucional de los herejes que la han ocupado».
Cita de Schneider: «Así pues, no os desaniméis ni busquéis vuestros propios
caminos; no intentéis establecer vuestra propia Iglesia o una especie de
secta, no os vayáis…».
Schneider, de hecho, está advirtiendo de nuevo que nadie se separe del
hereje manifiesto Bergoglio. A los que querrían separarse de él y
permanecer fieles a Cristo, Schneider los denuncia como aquellos que
supuestamente están estableciendo su propia Iglesia o secta. En realidad,
es a través de Fiducia supplicans que se ha producido una transformación
encubierta de la Iglesia católica en la secta de la Nueva Era de Bergoglio.
Quien quiera salvarse debe separarse de ella.
El arzobispo Viganò expone cuál es el principal problema hoy, cuando
Bergoglio impone excomuniones nulas a los verdaderos pastores católicos:
«El problema, por tanto, no es si estamos en la Iglesia, sino si forman
parte de ella quienes usurpan su autoridad para demolerla. ... Ellos no
forman parte de la Iglesia cuya autoridad han usurpado».
Cita de Schneider: «… no elijáis vuestro propio sacerdote que sea
completamente independiente».
El arzobispo católico Lenga, que sufre por su fidelidad a Cristo, dice a
los católicos polacos lo contrario. Aconseja a los fieles que busquen un
sacerdote católico ortodoxo que sea completamente independiente del hereje
Bergoglio y su estructura.
Cita de Schneider: «Un sacerdote católico no puede ser autónomo e
independiente. Eso no es católico».
Con esta declaración, Schneider pretende de nuevo mantener a todos los
sacerdotes dependientes del archihereje manifiesto Bergoglio, que niega los
principios básicos del catolicismo, de las Escrituras y de la tradición.
El arzobispo Viganò destaca: «Es necesario tomar nota de la usurpación de
la Sede Apostólica, que no está meramente vacante, sino ocupada... La
ilegitimidad de Bergoglio conlleva también la nulidad de todos los actos de
gobierno y de magisterio que ha llevado a cabo».
Cita de Schneider: «Buscad buenos obispos que os acepten; podrían ser
incluso obispos eméritos».
Sí, es necesario buscar buenos obispos fieles a Cristo, como el arzobispo
Viganò o el arzobispo Lenga. Ellos no tienen miedo de llamar al hereje
manifiesto Bergoglio por su verdadero nombre y exponerse así a sus castigos
inválidos. Pero la verdadera salida a la apostasía interna de la Iglesia no
es lo que le preocupa a Schneider.
Cita de Schneider: «... deben rendir cuentas a un obispo que goza de buena
reputación en la Iglesia católica…».
Schneider vuelve a insistir en que los sacerdotes no deben separarse de
Bergoglio y su secta. Consecuentemente, ordena manipuladoramente que deban
estar subordinados a un obispo que esté en unión con el archihereje
Bergoglio. Preguntamos: ¿Qué obispos gozan de buena reputación y cuáles no?
El hecho es que los obispos que se someten al hereje manifiesto Bergoglio y
están en unión interna con él participan de sus herejías. Están lejos de
tener una buena reputación. Son anatematizados por Dios según Ga 1, 8-9.
Obispos como el arzobispo Viganò realmente gozan de una buena reputación
porque defienden fielmente la doctrina católica y rechazan a Bergoglio y
sus herejías que están destruyendo la Iglesia desde la raíz.
Cita de Schneider: «Seguid amando siempre a la Iglesia, seguid rezando por
el papa, especialmente por el papa Francisco, todos los días. Haced
sacrificios por su conversión».
Con esta afirmación, Schneider declara que el archihereje, que se ha
excomulgado a sí mismo varias veces, es el papa legítimo. Schneider
contradice así la Sagrada Escritura y las enseñanzas de los padres y
doctores de la Iglesia. Si los sacerdotes dejan de mencionar el nombre del
archihereje Bergoglio en la santa misa, o si empiezan a rezar en la misa no
en unión con el archihereje, sino por su conversión, se verán sancionados.
Cita de Schneider: «Y cuando nosotros, todos los católicos del mundo,
asaltemos el cielo rogando a Dios que convierta al papa Francisco…,
entonces ocurrirá un milagro y todos le daremos gracias a Dios por ello».
Schneider ha perdido completamente el temor a Dios. Invoca a Dios mismo
para defender la usurpación del papado por parte de un hereje público.
Schneider se recurre a tópicos piadosos sobre la oración para manipular a
los católicos y, una y otra vez, da la impresión de que el archihereje es
un papa legítimo. Incluso promete con picardía un aparente milagro, en el
que él mismo no cree ni lo pide. Schneider se burla de Dios, de la oración
y de los milagros. Se esfuerza al máximo por mantener a los católicos
dependientes de Bergoglio, quien los ha transportado clandestinamente a su
secta mediante Fiducia supplicans. Además, es de público conocimiento que
Bergoglio se ha entregado a Satanás bajo la guía de un brujo en Canadá. Es
absurdo llamar a este usurpador «el vicario de Cristo en la tierra».
Cita de Schneider: «Pidamos a Dios que ilumine al papa Francisco para que
reconozca su tarea y vuelva a fortalecer con toda claridad la fe católica».
Schneider ignora deliberadamente el hecho de que Bergoglio, con toda
claridad, ha destruido la fe católica desde el principio. El arzobispo
Viganò señala que Bergoglio reconoce muy bien su tarea en alianza con las
élites, a saber, «la disolución del catolicismo romano en una falsa
religión sin dogmas de inspiración masónica». Schneider es muy consciente
de esto y también reconoce demasiado bien su propia tarea de manipular las
mentes de los católicos para que nadie se separe del hereje manifiesto y de
su secta.
Las palabras del arzobispo Viganò se aplican también a Schneider: «Quienes
reconocen esa autoridad (de Bergoglio) como válida y legítima, o lo hacen
porque son sus cómplices y no quieren ser descubiertos en su propia
traición, o porque no quieren aceptar las consecuencias necesarias que se
derivan de ello... Admitir que se ha caído en un terrible engaño requiere
ante todo humildad».
En este tiempo de profunda apostasía interior, Dios envía una voz
profética, pero también hay falsos profetas. El arzobispo Viganò es una voz
profética, mientras que el obispo Schneider es un falso profeta. Schneider
defiende repetidamente al archihereje y usurpador del papado. Al hacerlo,
engaña a los católicos y los mete en un falso camino que lleva a la
perdición eterna. Católicos de Polonia, ¡no os dejéis manipular por
Schneider!
+ Elías
Patriarca del Patriarcado católico bizantino
El obispo Schneider, defensor del pseudopapa Bergoglio
https://bcp-video.org/schneide
La respuesta del Arzbpo. C. M. Viganò al discurso de Bergoglio en Singapur
y a la apostasía abierta de quien se presenta como cabeza de la Iglesia
vídeo:
+ Obispos Secretarios del Patriarcado Católico Bizantino
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