Yihadistas con intención de atentar en España aprovechan la guerra de Ucrania para infiltrarse en Europa


El Estado Islámico del Jorasán cuenta con unos 6.000 yihadistas entre sus filas y, pese a tener sus raíces en Asia Central, extiende sus tentáculos hacia occidente

El Estado Islámico del Jorasán, sucursal del Daesh en la región de la que bebe su nombre -y que se extiende principalmente por Afganistán-, se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los servicios antiterroristas en España. La rápida expansión del grupo yihadista y su creciente influencia en Occidente alimentan las inquietudes de los servicios de información. Con manifiesta intención de atentar en nuestro país, algunos de sus militantes han aprovechado la guerra en Ucrania para alcanzar territorio europeo; alguno de ellos ya ha sido interceptado dentro de nuestras fronteras.

Los servicios de información de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, así como el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), monitorizan la actividad del Estado Islámico del Jorasán, que según algunas estimaciones cuenta con unos 6.000 yihadistas. Se constituyó en 2015 en Afganistán a partir de una escisión del grupo Tehrik-e-Talibán Pakistán (TTP), y que engrosó sus filas a partir de la integración de miembros del Movimiento Islámico de Uzbekistán.

A pesar de compartir algunos de sus postulados más radicales, son uno de los enemigos más poderosos del régimen talibán en Afganistán. Este grupo terrorista perpetró la masacre a las puertas del aeropuerto de Kabul en agosto de 2021, cuando los ojos del mundo asistían a la evacuación masiva en plena retirada de las fuerzas occidentales -incluidas las españolas- tras dos décadas de misión militar y diplomática.

Tras asestar duros golpes en diversas regiones de Asia central, los ojos de este grupo terrorista se dirigen ahora hacia occidente. También hacia España. El Balance del Terrorismo en España 2023, informe editado por el Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, detalla los movimientos del Estado Islámico del Jorasán para extender sus tentáculos por Europa y Estados Unidos, así como su clara intención de asestar golpes terroristas en nuestro propio país.

Informes policiales en España

Un informe del Servicio de Información de la Guardia Civil realizado a principios de enero de 2024 llegaba a la conclusión de que el Estado Islámico del Jorasán (ISKP o Daesh-KP) ya era la filial del Daesh “con mayor potencial para perpetrar ataques en Occidente”. Esa preocupación se extiende al resto de fuerzas policiales y a los servicios de inteligencia, según fuentes consultadas

 

A ellos se les atribuyó el ataque terrorista del pasado 17 de mayo en Afganistán en el que fueron asesinados tres turistas españoles y otros tantos ciudadanos afganos. En semanas anteriores perpetraron atentados y masacres en Irán, Estambul o en Moscú -éste último, en una sala de conciertos, supuso la muerte de 140 personas, según fuentes oficiales rusas-. En tiempos anteriores también atacaron a las fuerzas occidentales desplegadas en la llamada región del Jorasán, nombre que evoca un emirato del siglo IX que se extendía por las actuales Irán, Afganistán, Pakistán, Uzbekistán, Turkmenistán y Tayikistán.

“A medida que el Daesh central ha sido debilitado y reducido a su mínima expresión, la rama del Jorasán se ha expandido y se ha convertido en el brazo de operaciones exteriores que en los años del Califato se dirigía desde Siria e Irak”, detalla el informe del Centro Memorial, que también recoge las declaraciones que el general Michael Kurilla, jefe del Comando Central de Estados Unidos, enunció en marzo de 2023 ante el senado norteamericano, asegurando que el Estado Islámico del Jorasán representaba una seria amenaza contra los intereses estadounidenses en diversas partes del mundo.

Una expansión que también pone sus ojos en España. “Los analistas de la Policía española también habían advertido a principios de 2022 del riesgo de infiltración en España de miembros del ISKP al amparo de la oleada de refugiados que la invasión rusa de Ucrania había provocado en toda Europa”, detalla el informe. “Militantes tayikos, muchas veces con doble nacionalidad de Tayikistán y Rusia, se mezclaron entre esos refugiados y utilizaron Ucrania como punto de partida hacia varios países europeos”.

El documento apunta que las autoridades españolas han interceptado en nuestro país y en fechas recientes a dos ciudadanos de origen tayiko y adscritos al Estado Islámico del Jorasán. Uno de ellos fue capturado en el paso fronterizo de La Junquera, en Cataluña, con doble nacionalidad de Rusia y de Tayikistán; el otro, en el aeropuerto de Barcelona, que viajaba con pasaporte ucraniano alegando que tenía la nacionalidad de éste último país.

Amenaza yihadista

El Centro Memorial apunta que los yihadistas de este grupo terrorista aprovechan los flujos de refugiados que parten desde Ucrania para acceder a regiones occidentales. “Militantes tayikos, muchas veces con doble nacionalidad de Tayikistán y Rusia, se mezclaron entre esos refugiados y utilizaron Ucrania como punto de partida hacia varios países europeos”.

El Estado Islámico del Jorasán, pese a sus escasos años de existencia, ha logrado constituir uno de los aparatos propagandísticos yihadistas más poderosos del mundo. Y es a partir de esta maquinaria donde manifiestan su clara intención de atentar en España.

En abril de 2024, coincidiendo con la citada masacre de la sala de conciertos de Moscú, una productora del grupo terrorista preparó diversos archivos en los que hacía un llamamiento a sus seguidores a atentar allá donde se encontrasen, con referencias expresas a “Al Ándalus”: “El ISKP hace suya la reivindicación de España como tierra que debe ser recuperada para el islam como desde hace años vienen invocando tanto el Daesh como Al Qaeda”, apunta el Centro Memorial en su informe.

En las mismas fechas en las que se publicaba ese llamamiento, las ramas mediáticas afines al Estado Islámica del Jorasán se hicieron eco de realizaron una campaña propagandística y amenazadora contra los estadios de fútbol donde se disputaban los partidos de Champions League, incluidos el Wanda Metropolitano y el Santiago Bernabéu, ambos en Madrid. Las siluetas de estos estadios figuraban en infografías amenazantes, bien sobrevolados por un dron cargado de bombas, bien con representaciones yihadistas armados, urgiendo a “los hermanos en Al Ándalus” a perpetrar ataques con artefactos caseros.

El Centro Memorial destaca que esa campaña en redes sociales no tuvo ningún efecto práctico, “pero constituyó un éxito propagandístico para sus autores por la repercusión alcanzada”. La amenaza no se desestimó en ningún caso por los servicios de información españoles, habida cuenta de que esta sucursal del Daesh tenía previsto sembrar el terror en diversos puntos de Europa durante las pasadas navidades: yihadistas que militaban en el grupo fueron detenidos con planes concretos de atentados en Austria, Alemania o Hungría.

 Gonzalo Araluce 

 

 

 

 

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