Un excapitán español advierte sobre lo que alberga Gibraltar bajo tierra: "Es un enorme polvorín"

 

"Las convenciones sobre seguridad nuclear no se aplican allí", dice Ángel Liberal, capitán de navío de la Armada.

 

España lleva tres siglos reclamando la soberanía de Gibraltar, pero el Reino Unido, lejos de renunciar a su colonia en territorio español, ha ido ampliando su extensión y reforzando la presencia militar en un enclave que considera estratégico para sus intereses. "Gibraltar es una ciudad dentro de una gran base militar", afirma sin tapujos Ángel Liberal Fernández, capitán de navío retirado de la Armada española, con años de experiencia en aguas del Estrecho y autor de un libro y numerosos ensayos sobre el peñón.

El capitán de navío advierte de que esa base militar es un enorme polvorín para los vecinos del Campo de Gibraltar porque alberga todo un arsenal de munición, explosivos y armamento, con el consiguiente riesgo que conlleva. Gran parte de ese arsenal se esconde bajo tierra "en una red de 50 kilómetros de túneles subterráneos", un complejo entramado excavado en un territorio de apenas 5,8 km², lo que significa que hay 8,6 km de túnel por km², poco menos que la proporción de túneles de Hamás en la Franja de Gaza (11 por km²).

 "En esos túneles hay almacenes de munición, misiles, torpedos, proyectiles y una cosa tremenda, minas antipersona, que están prohibidas por el Tratado de Ottawa, una convención de Naciones Unidas que ha ratificado el Reino Unido y que ha hecho extensiva a todos sus territorios de ultramar excepto a Gibraltar", dice Liberal, que también considera que puede haber "residuos radiactivos" almacenados procedentes de los submarinos nucleares que recurrentemente atracan en el peñón, "muchas veces para ser reparados".

 

Al respecto, recuerda el incidente del HMS Tireless, submarino británico de propulsión nuclear que en el año 2000 llegó averiado al puerto de Gibraltar provocando un conflicto diplomático entre España y el Reino Unido. El comandante Liberal formó parte del grupo hispano-británico que supervisó la reparación de aquel navío: "El Tireless tuvo una pérdida en el circuito de refrigeración del reactor y llegó a Gibraltar como pudo, con el motor auxiliar diésel a una velocidad de solo tres nudos. Estuvo casi nueve meses atracado en el peñón sin poder moverse en una situación de vulnerabilidad y hubo contaminación de agua que se vertió al Mediterráneo".

Y aquel incidente no es el único que recuerda: "En 2016 el submarino nuclear HMS Ambush chocó contra un barco mercante cuando realizaba maniobras a unas tres millas de Gibraltar. Sufrió daños muy importantes y tuvo que salir de emergencia a la superficie, pero si se hubiera ido a pique, ahora tendríamos un submarino nuclear hundido a 800 metros de profundidad frente a las costas españolas que se habría cargado todo el turismo de la Costa del Sol. La Royal Navy utiliza el mar de Alborán como zona de ejercicios, pero esto no es ningún juego y los accidentes ocurren. Cerca de las costas de Noruega hay varios submarinos soviéticos hundidos. En uno de ellos, llamado Komsomolets y hundido a gran profundidad, han tenido que adoptar medidas de seguridad como en Chernóbil para evitar fugas radiactivas".



Como ocurre con las minas antipersona, Gibraltar goza de exenciones en materia nuclear: "Las convenciones internacionales que ratifica el Reino Unido no entran en vigor de forma automática en sus colonias, a menos que así lo declare expresamente. En el caso de Gibraltar, ha hecho extensivas muchísimas convenciones, pero ninguna de las relacionadas con la seguridad nuclear". Eso le ha servido a Londres para no dar explicaciones cuando se han producido incidentes como el del Tireless: "Cuando la UE le pidió información sobre los posibles residuos que pudo haber dejado aquel submarino, el Reino Unido se limitó a decir que no estaba obligado a facilitar ninguna información porque se trataba de una instalación militar y ahí se acabó el asunto".

Un aeropuerto en territorio usurpado a España

Además de un puerto en el Mediterráneo para la Marina Real británica, Gibraltar es una base de la RAF (Royal Air Force), cuyos aviones utilizan el aeropuerto del peñón para hacer escalas o misiones de adiestramiento. Lo curioso del caso es que el aeródromo está construido fuera de los límites de la colonia, es decir, "en territorio español".

"Poco a poco los ingleses han ido desplazando la frontera hacia el norte, más allá de los límites acordados en el Tratado de Utrecht, a través del istmo arenoso que une el peñón con el resto de la península", explica el oficial de la Armada. 

Lo cierto es que los británicos han aprovechado cualquier excusa para ampliar el territorio, desde la invasión napoleónica de España a una epidemia de fiebre amarilla a mediados del siglo XIX que les permitió levantar un hospital fuera de los límites de la colonia, con el permiso de España. Sin embargo, nunca se fueron del terreno que iban ganando.

 

Fue en plena Guerra Civil, "momento de gran debilidad española", cuando Londres construyó el aeropuerto de Gibraltar en el terreno ganado a costa de España y que en 1966 reclamó como propio, aunque "los británicos nunca jamás han sido capaces de presentar un documento con validez jurídica internacional, que avale que ese istmo es suyo".

Liberal también pone de manifiesto que se trata "de un aeropuerto militar", pero que la RAF permite su uso a la aviación civil para sufragar el alto coste que supone mantener esa infraestructura: "Se financia mediante las tasas aeroportuarias que pagan los pasajeros procedentes del Reino Unido, que en su mayor parte viajan al norte de la verja, a sus segundas residencias en la Costa del Sol o Sotogrande. Para ellos es un vuelo doméstico mucho más barato que volar a Málaga o Jerez".

El peñón "forma parte de la red Echelon"

Gibraltar también es "importantísimo para la inteligencia militar británica", explica Ángel Liberal: "Está en un lugar estratégico y forma parte de la red Echelon, también conocida como Five Eyes (cinco ojos), una red de inteligencia formada después de la Segunda Guerra Mundial por el Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda y que cubre todo el planeta".

"En lo alto del peñón hay radares y antenas de interceptación de comunicaciones por radio, por satélite y de telefonía móvil. También pasan cerca del peñón un montón de cables submarinos de comunicaciones y hay instalados sistemas acústicos y sensores para detectar cualquier navío que navegue por el Estrecho, así como para registrar las conversaciones de radio que se produzcan a bordo", resalta. 

Esos complejos sistemas de telecomunicaciones se han desarrollado de la mano de Estados Unidos, principalmente para monitorizar el tráfico de barcos rusos, y antiguamente soviéticos, por el Estrecho de Gibraltar. No obstante, Liberal destaca que permiten captar "cualquier conversación" que pueda tener un ciudadano con su teléfono móvil, lo que atenta contra la privacidad de los vecinos del Campo de Gibraltar, como atentan los modernos visores que graban permanentemente el lado español de la verja: "Abarcan todo el perímetro del peñón y su calidad de imagen es tan precisa que permite saber el color de ojos de cualquier vecino que camine por la avenida Príncipe de Asturias de La Línea de la Concepción".

Almacén de materiales peligrosos de la RAF, a 715 metros de las viviendas de La Línea de la Concepción.
A. L.

"España es fundamental para mantener la colonia"

A pesar de que Naciones Unidas considera a Gibraltar como un territorio no autónomo pendiente de descolonización, "el Reino Unido utiliza a la población local y su supuesto derecho a la autodeterminación como excusa para mantener la presencia militar", dice el capitán de navío, recordando que los gibraltareños están encantados con ese statu quo porque les permite disfrutar de "una de las rentas per cápita más altas del mundo" gracias a privilegios fiscales y otras excepcionalidades.

Pero la soberanía británica del peñón tiene un alto coste para España. Además del peligro que supone tener un arsenal a escasos metros de La Línea de la Concepción (63 773 habitantes) y de los riesgos medioambientales por la presencia de submarinos nucleares, las arcas del Estado pierden en torno a 1.000 millones de euros anuales en ingresos fiscales, según informó en 2014 el exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Y a pesar de todo ello, España juega un papel fundamental en el mantenimiento de la colonia. "La dependencia que tiene Gibraltar de España es extraordinaria, depende para el suministro de combustible, energía, agua, mano de obra...", dice el comandante.


Explica que "el 40% del combustible que consume Gibraltar y todo el de aviación procede de la refinería de Cepsa-San Roque" y que pese a contar "con una nueva central térmica de gas licuado" para generar electricidad, "los cortes de luz son habituales" y muchas empresas del sector financiero y de apuestas online (dos de los principales sectores económicos del peñón) tienen sistemas propios de emergencia para hacer frente a los apagones. "Grupos electrógenos españoles han tenido que ir a la base naval británica a producir electricidad de emergencia porque la calidad de la energía que recibían los barcos no era adecuada", incide.

Y lo mismo ocurre con el agua, pues a pesar de contar "con una planta desalinizadora por osmosis inversa", esta infraestructura, que también se encuentra en los túneles, ha sufrido percances, como un incendio en 2022 que obligó a las autoridades del peñón a importar 150.000 litros de agua potable de España en camiones cisterna.

"El brexit ha aumentado aún más la dependencia de España porque el Reino Unido ya no es un país de la Unión Europea y nunca ha sido del espacio Schengen ni lo es ahora", afirma Liberal, quien considera que si el Gobierno español aplicara en Gibraltar las restricciones que marca la ley para los países externos al espacio Schengen, la colonia "sería inviable".

"Unas 15.000 personas cruzan a diario la frontera de Gibraltar para trabajar en la colonia y las autoridades del peñón usan a esos trabajadores como rehenes, como arma de presión al Gobierno español para que no imponga restricciones al tránsito de personas porque ellos harían lo mismo. Sin embargo, eso sería pegarse un tiro en el pie porque Gibraltar no puede privarse de esa mano de obra, que supone casi el 50% de su población (34.000 habitantes) y es imprescindible para mantener su economía", dice.

En cualquier caso, España no aplica las restricciones Schengen a los ciudadanos de Gibraltar y "permite a los llanitos pasar por la verja enseñando simplemente su tarjeta de residente en el peñón, que les proporcionan las autoridades locales".

Según Ángel Liberal, si el Gobierno español no aumenta la presión, nunca recuperará la soberanía de Gibraltar porque "el Reino Unido tiene unos intereses en materia de defensa que está dispuesto a mantener a toda costa". Sin embargo, cree que el brexit "fue un error" que tarde o temprano Londres intentará reparar pidiendo su readmisión en el bloque comunitario, momento que España puede aprovechar para recuperar la colonia, ya que su readmisión requeriría el visto bueno de todos los socios: "El Reino Unido bloqueó durante 30 años la entrada de España en la OTAN por culpa de Gibraltar y Margaret Thatcher obligó a Felipe González a reabrir la verja (cerrada por Franco en 1969) para permitir su entrada en la UE. Ahora la respuesta está clara y no habría que aceptar la reintegración del Reino Unido si no devuelve Gibraltar. ¿Tendrá el Gobierno español de turno el carácter suficiente para plantearlo? Espero que sí".

Jacobo Alcutén

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares