Algunos
teólogos y estudiosos cristianos que critican los llamados "Acuerdos de
Abraham" sostienen que detrás de estos pactos existe una intención
espiritual y escatológica que busca desplazar a Jesucristo como el
centro del evangelio y reemplazarlo por la figura de Abraham. Según esta
interpretación, los Acuerdos —firmados entre Israel y varios países
árabes para normalizar relaciones diplomáticas y económicas— no son
solamente convenios políticos, sino que formarían parte de una agenda
más profunda que tiene implicaciones teológicas y proféticas.
Los teólogos que sostienen esta teoría argumentan lo siguiente:
Desplazamiento
de Jesús como el centro del evangelio: Afirman que al enfatizar la
figura de Abraham como punto de unidad entre judíos, cristianos y
musulmanes, se busca presentar una espiritualidad abrahámica común que
minimiza o ignora la centralidad de Jesucristo como el único mediador
entre Dios y la humanidad, según el cristianismo bíblico. Para estos
críticos, esto diluye el mensaje cristiano, ya que pone a Abraham, un
patriarca del Antiguo Testamento, como figura central, dejando de lado
la obra redentora de Cristo en la cruz.
Promoción
de una religión global sin Cristo: Algunos teólogos ven en los Acuerdos
de Abraham un intento de crear una base religiosa común que facilite la
unificación espiritual de las religiones abrahámicas (judaísmo,
cristianismo e islam), lo cual, desde su perspectiva, se alinea con una
visión ecuménica global que podría ser utilizada para introducir una
"religión del Anticristo", es decir, un sistema religioso mundial sin la
verdad de Cristo como Salvador.
Preparación
del escenario para el Anticristo: Dentro de una visión escatológica, se
interpreta que este tipo de acuerdos favorecen la creación de una falsa
paz en Medio Oriente, lo cual, según ciertas lecturas de pasajes
bíblicos como Daniel 9:27 y 2 Tesalonicenses 2, sería un preludio para
la manifestación del Anticristo. Para estos teólogos, el uso del nombre
"Abraham" y la promoción de una unidad interreligiosa serían tácticas
estratégicas para establecer un sistema global que se oponga al
verdadero evangelio.
Construcción
del Tercer Templo y reinicio de sacrificios: Algunos también conectan
los Acuerdos de Abraham con la posible reconstrucción del Tercer Templo
en Jerusalén, algo que consideran proféticamente significativo. Según
esta visión, dicha reconstrucción abriría la puerta para restablecer
rituales del Antiguo Testamento, lo cual, interpretan, sería un rechazo
del sacrificio de Jesús como suficiente y definitivo.
En
resumen, esta teoría se basa en una lectura profética y escatológica de
la Biblia, donde los Acuerdos de Abraham serían parte de una agenda
espiritual que busca suplantar a Jesucristo con Abraham como figura
central, allanando el camino para un sistema religioso y político que,
según estos teólogos, estaría bajo la influencia o el control del
Anticristo.
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