Tras la incursión de Israel en Siria, a las pocas horas del derrocamiento de Bashar al Assad, y la reivindicación del hecho por parte del primer ministro sionista, Benjamin Netanyahu, como “una oportunidad para Israel”, volvieron a cobrar actualidad las declaraciones realizadas por el ministro de Finanzas israelí el genocida enfermo, Bezalel Smotrich, en octubre de este año cuando pidió a Israel que amplíe sus fronteras hasta Damasco.
En una entrevista para el documental In Israel: Ministers of Chaos, producido por el canal público europeo Arte, Smotrich afirmó que Israel se expandiría “poco a poco” y eventualmente abarcaría todos los territorios palestinos, así como Jordania, Líbano, Egipto, Siria, Irak y Arabia Saudita.
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo, citando el proyecto del “Gran Israel”, que prevé la expansión del Estado por todo el Medio Oriente, desde el Nilo hasta el Éufrates.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Jordania condenó los comentarios incendiarios diciendo que resaltaban “la ideología peligrosa y racista” de Smotrich.
Smotrich ya había citado el concepto en un servicio conmemorativo en memoria de un activista del Likud en París. Hablando desde un podio decorado con un mapa de Israel que incluía a Jordania, afirmó que “no existe tal cosa” como el pueblo palestino.
Además de ser ministro de Finanzas de la entidad sionista, Smotrich ahora tiene poderes significativos sobre la Cisjordania ocupada.
En agosto, Smotrich expresó su apoyo al bloqueo de la ayuda a Gaza, diciendo que: “Nadie nos permitirá causar que dos millones de civiles mueran de hambre, aunque podría estar justificado y ser moral hasta que nuestros rehenes sean devueltos”.
A finales de febrero, el ministro dijo que el Estado de Israel debería “aniquilar” la aldea palestina de Huwwara, después de que fuera objeto de un violento ataque por parte de colonos israelíes.
Benjamín Netanyahu en la 79 sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas el 27 de septiembre de 2024.
En el marco de su intervención en la Asamblea General de la ONU a finales de septiembre, el primer ministro israelí tuvo que llevar a su propio coro de admiradores cómplices en la legitimación del Reich sionista y la expansión del Gran Israel para que lo vitorearan desde la tribuna.
Netanyahu estaría acelerando los plazos para implementar el endemismo
del Gran Israel (Eretz Israel), ente que intentaría aunar los conceptos
antitéticos del atavismo del Gran Israel (Eretz Israel), que bebería de
las fuentes de Génesis 15:18, que señala que » hace 4.000 años, el
título de propiedad de toda la tierra existente entre el Río Nilo de
Egipto y el Río Eúfrates fue legado al patriarca hebreo Abraham y
transferida posteriormente a sus descendientes». Ello supondría la
restauración de la Declaración Balfour (1.917), que dibujaba un Estado
de Israel dotado de una vasta extensión cercana a las 46.000 millas
cuadradas y que se extendía desde el Mediteráneo al este del Éufrates
abarcando Siria, Líbano, parte noriental de Irak, parte norte de Arabia
Saudí , la franja costera del Mar Rojo y la Península del Sinaí en
Egipto así como Jordania, que pasaría a denominarse Palesjordán tras ser
obligado a acoger a toda la población palestina de las actuales
Cisjordania y Gaza forzada a una diáspora masiva ( nueva nakba).
LA CONSPIRACIÓN DE LOS MARRANOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario