El Islam sigue ocupando la Hispania invadida en época visigoda y cristiana desde la romana

 Cuando estoy con un soriano de Monteagudo de las Vicarías siempre me habla del tratado que se firmó en su pueblo entre Sancho IV de Castilla y Jaime II de Aragón.

Además de otros asuntos peninsulares y dinásticos el tratado también incluye un programa de recuperación para las Coronas de Castilla y de Aragón del África hispana cristiana y perdida por la invasión islamista.

En ese tratado de Monteagudo corresponde a Castilla liberar el norte de África desde el río Muluya hasta Ceuta, al oeste, mientras que a Aragón se le atribuye la liberación desde el citado río hasta Bugía y Túnez, al este.

Como resalta el profesor Ruiz Miguel es altamente significativo, y en modo alguno casual, que se trazara en el río Muluya la línea divisoria de influencia.

El Tratado de Monteagudo estaba reviviendo la frontera entre la Hispania Tingitana (que correspondía a Castilla) y la Mauritania Cesariense (que se atribuía a Aragón).

Para celebrar este encuentro creo pertinente volver a revindicar como exigencia histórica pero también de justicia religiosa y de seguridad nacional, la liberación de la Hispania transfetana, y vuelvo a retomar el tema.

Porque hay que recuperar la integridad hispana: finalizar la Reconquista de lo invadido
 
 
La historia de la España africana se remonta cuando menos a tiempos del Imperio Romano, cuando en el año 69 d.C. el emperador Otón agregó la provincia imperial de la Mauritania Tingitana, que tenía su capital en Tánger (Tingis), a la provincia Bética de la Hispania Ulterior y al convento jurídico de Cádiz, llamándola Hispania Transfretana (más allá del fretum -estrecho-).

"El emperador Otón, en prueba de estimación a la provincia de la Hispania Ulterior que él había mandado, y con el fin de que aumentara su comercio y la extensión de su gobierno, en el año 69 d.C. agregó la provincia imperial de la Mauritania Tingitana (que ocupaba dicha orilla sur hasta el río Malva o Muluya, y tenía su capital en Tingis-Tánger) a la provincia Bética y al convento jurídico de Cádiz (aunque posteriormente tuvo convento jurídico propio) llamándola Hispania Transfretana (o que está más allá del Estrecho o fretum). 

Más tarde, el emperador Vespasiano dividió la
Hispania Ulterior en dos provincias: la Lusitania y la Betica, quedando la España transfretana unida a esta última.

Bajo Adriano (117-138), Hispania se dividió en las siguientes provincias: Tarraconensis, Carthaginensis, Gallaecia, Lusitania, Baetica y Mauritania Tingitana.

 La Tingitania entonces tuvo su gobernador propio, que residía en Tánger y también recibió jurisdicción al crearse el Convento de Tánger. 

El emperador Caracalla rebautizó esa provincia como Nova Hispania Ulterior Tingitana

Posteriormente, con la reforma administrativa del Imperio que lleva a cabo Diocleciano (284-305) se reorganizó el Imperio creando las llamadas diócesis. 

Una de ellas fue precisamente Hispania cuya capital, parece que estaba en Córdoba.

 En el 297 la diócesis de Hispania comprendía las seis provincias antes referidas"
 
García Figueras. «Marruecos (la acción de España en el norte de África)»

Tras la desaparición del poder romano (430), la Mauritania Tingitana siguió formando parte de Hispania, con la Monarquía hispano-goda, hasta la invasión agarena.
Es comprensible por tanto, que la posterior Reconquista no sólo se dirigiera a recuperar la España peninsular, sino, igual que se recuperaron las Islas Baleares,  también la provincia hispánica de la Tingitania como muestra, por ejemplo, el Testamento de Isabel la Católica.
 

 
Página del Testamento de Isabel la Católica en que pide la continuidad de la Reconquista para liberar norte de Afríca de la invasión agarena

La ocupación islámica de Mauritania ya dura demasiado tiempo.

Esta región formó parte del Occidente Cristiano, antes, por ejemplo, que Alemania, Inglaterra, Escandinavia, etc.. 
 

Mapa de las provincias romanas de Mauritania Tingitana, Mauritania Cesariense y Numidia.

No hay que renunciar a liberar estos territorios cristianos invadidos y ocupados por la fuerza por extraños que destruyeron la civilización.
 
 
Mosaicos en Volubilis (Mauritania Tingitana) 
Y, como primer paso, defender los reductos de Ceuta y Melilla, rescatados, como Granada, en el siglo XV,  focos de libertad del Africa invadida por el Islam
 
 
 
 
 
Decía Jean Thiriart, un autor francés, en medio de la Guerra de Argelia, que Europa se defendía en Argelia, pues bien, también España y también en Tingitania.
 

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