"ESPAÑA DEBE ABANDONAR DE INMEDIATO LA OTAN Y LA UE" CORONEL MARTÍNEZ INGLÉS

 


"Si no quiere verse involucrada en la III Guerra Mundial que va a perder Occidente"

 

a imperiosa recomendación que titula el presente trabajo no es - advierte el coronel Amadeo Martínez Inglés - ni un brindis al sol de carácter personal ni, por supuesto, una boutade o salida de tono que busque un titular que llevarse a la boca; excesos verbales o escritos en los que no suelo recaer, ya que mis investigaciones, artículos, libros y estudios profesionales siempre procuro que estén basados en exhaustivos conocimientos en la materia, en una búsqueda continuada de la verdad y en una dilatada experiencia de muchos años de gestión y profesorado en áreas de la milicia y la defensa exterior de España (...).

CORONEL AMADEO MARTÍNEZ INGLÉZ

 

      Sí, sí, amigos, la imperiosa recomendación que titula el presente trabajo (y que puede impactar en sentido muy positivo o muy negativo en muchos probos ciudadanos/as no especialmente versados en el complejo escenario geopolítico y geoestratégico que presenta el mundo en estos momentos) ni es un brindis al sol de carácter personal ni, por supuesto, una boutade o salida de tono que busque un titular que llevarse a la boca; excesos verbales o escritos en los que no suelo recaer ya que mis investigaciones, artículos, libros y estudios profesionales siempre procuro que estén basados en exhaustivos conocimientos en la materia, en una búsqueda continuada de la verdad  y en una dilatada experiencia de muchos años de gestión y profesorado en áreas de la milicia y la defensa exterior de España.

 


        Pero la verdad es que me he visto en la perentoria necesidad de poner negro sobre blanco esta madre de todas las ideas (la que he aupado, así como si nada, al título del presente artículo) que ya desde hace algunos meses, machaconamente, me corroe la psique y me causa un desasosiego interminable. Porque cada día que pasa soy más consciente de que millones de ciudadanos españoles (empezando por sus dirigentes políticos y por  unos medios de comunicación parciales, indocumentados y con unos tertulianos que hacen gala de un analfabetismo funcional de campeonato en temas de defensa) no saben en la que están metidos, en la que puede verse metida España en el corto/medio plazo, en la que en estos momentos se está gestando en el corazón de Europa y que tiene un sonoro y catastrófico nombre: III Guerra Mundial.

 

        Porque sí, sí, amigo lector/a, estamos ya inmersos (todos los ciudadanos del mundo, pero especialmente los de países integrados en la OTAN, la UE, Rusia y China) en la III Guerra Mundial. Así de claro y así de sencillo. De momento, eso sí, de carácter hibrido, asimétrico, de cuarta generación (económica, psicológica, tecnológica, cibernética, terrorista, amenazante, de carrera armamentista…) pero con visos muy serios de que pueda degenerar en meses o muy pocos años en otra de carácter convencional avanzado o limitada al campo nuclear táctico. Y con el trágico trasfondo, si algún descerebrado político como el marioneta Zelenski, el vejete Biden o el caradura Borrell siguen dale que te pego con sus locas decisiones políticas y militares, de que, por sorpresa y en teoría sin que nadie lo quiera, salgan a pasear por el especio orbital y suborbital de este mundo traidor los misiles estratégicos nucleares de última generación tipo R-28 Sarmat (Satán 2 para la OTAN) con sus vehículos de planeo hipersónico Yu-74 Avangard, de itinerario indefinido y totalmente indetectables e inviolables, que con una velocidad de impacto de 20-27 Mach y sus dos megatones de potencia en ojiva pueden devastar una superficie como Francia y Bélgica juntas, incluida la ciudad de Bruselas donde se refugia en la actualidad la inefable y analfabeta responsable de la Comisión Europea, señora Ursula von der Leyen.

 


       Y es que lo que pasa en estos momentos en Europa, Asia y Estados Unidos ya lo pronosticó hace nada menos que siete siglos el insigne militar e historiador ateniense Tucícides en su famoso libro “La guerra del Peloponeso”.

 

  Lo cito íntegro:

 

    “El rápido cambio en el balance de poder entre dos potencias rivales causa una inexorable tensión estructural letal que lleva inexorablemente a la guerra”       

 

       La cosa, pues, está clara, amigos. Para cualquier estudioso de la historia y la estrategia política e, incluso, para el ciudadano medio deseoso de saber cómo va el mundo en el que vive. El imperio estadounidense, que ha detentado el liderazgo mundial durante los últimos ochenta años, desde el final de la II Guerra Mundial, se deshilacha, se muere, se acobarda, se retira a sus cuarteles de invierno, reniega de sus antiguas aventuras en el ancho mundo, está arruinado, cansado, deprimido, dividido social y políticamente…Otra gran potencia global, en este caso son dos, Rusia y China, unidas por unos intereses comunes, dotadas de la mayor extensión superficial sobre la Tierra y con la tercera parte de la población mundial (1.700 millones de almas) bajo su ferula, piden paso al jerarca mundial herido de muerte, enfermo, caduco, arruinado… pero todavía con un poder económico y militar muy apreciable aunque es cierto que sus otrora grupos de combate con base en descomunales portaaviones de 100.000 toneladas están totalmente desfasados. Éste, prepotente y chulesco, se resiste al sorpasso, quiere seguir mangoneando el mundo entero, exprimiendo sus riquezas, sometiendo por las armas a decenas y decenas de naciones subyugadas y vilipendiadas durante años. En consecuencia, como ya dijo hace siglos Tucícides “La guerra está servida”. Sólo queda esperar que ésta sea lo menos sangrienta posible y acabe cuanto antes.

 


      ¿Y que debe hacer España en esta tesitura histórica tan compleja, tan peligrosa, tan difícil de gestionar, tan inédita ya que los imperios no mueren y nacen cada pocos años? ¿Cuál puede ser su papel en esta confrontación global que nos amenaza, que nos atenaza, que ya está entre nosotros?

 

        Pues he ahí la madre del cordero y he ahí la decisión transcendental que tiene que tomar si no quiere ser una víctima propiciatoria en el contexto de naciones poderosas que luchan y mueren y de imperios que se van y otros que vienen. España es muy poca cosa a escala internacional, una potencia media bajo el punto de vista económico pero un enano apenas visible en el terreno de la defensa y el poder de destrucción y disuasión de sus Ejércitos. Si es inteligente debería optar por quitarse de en medio, salirse cuanto antes de organizaciones internacionales que prácticamente ya no le dan nada o casi nada, que ya no despiertan el menor interés económico, político y social y que, sin embargo, la atosigan, la vapulean, le roban soberanía y  pueden llevarla a la tragedia en suma, a su desaparición como nación soberana de ciudadanos libres, iguales y con derechos fundamentales garantizados.

 


Los españoles debemos tener en cuenta en estos momentos de zozobra, caos, guerra limitada en Ucrania (que no deja de ser “un ensayo general con todo” de la mundial que viene después) que en este preciso instante centenares de misiles crucero guiados rusos tipo Kalibr, Iskander, Kinzhal y Tsirkon, desde el mar, el aire y la Tierra, junto a superarmas estratégicas hipersónicas de alcance indefinido totalmente indetectables  e inviolables y drones acuáticos “del fin del mundo” tipo Poseidon, están listos día y noche para desde Rusia y China, las nuevas y grandes potencia mundiales, asestar el golpe definitivo al Imperio americano. Y por ende, a nuestras bases “americanas” de Torrejón de Ardoz, Rota y Morón de la Frontera. Esto es así. Rusia a día de hoy es la primera potencia militar mundial con una capacidad de destrucción, potencia de fuego y poder disuasorio sin igual en el mundo y todo ello por bastante tiempo. El dirigente político español que no lo quiera ver o no sepa verlo por su ignorancia supina, está cometiendo un error gravísimo de lesa patria. España (y puede hacerlo sin apenas trauma político, social o económico) debe irse cuanto antes de las dos organizaciones internacionales que todavía dependen de EEUU y de sus vasallos europeos, la OTAN y la UE. Ambas van a ser las grandes perdedoras de la gran guerra que se avecina. Es mucho mejor estar solo que mal acompañado, máxime cuando esa compañía malsana y decrépita puede traernos la muerte y la devastación.

 

 ¡ESTADOS UNIDOS YA NO ES LO QUE ERA! VA A SER EL CONTRINCANTE MÁS DÉBIL EN LA GUERRA MUNDIAL QUE SE AVECINA. Y VA A PERDERLA. Y CON ELLOS TODOS SUS ANTIGUOS VASALLOS, LOS INDEFENSOS PAÍSES EUROPEOS QUE APOSTARON POR LA MANTEQUILLA LIBERAL EN LUGAR DE POR LOS CAÑONES DE LA LIBERTAD, LA SEGURIDAD NACIONAL Y LA DEFENSA!

 


 

 

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