Marruecos ha amenazado en reiteradas ocasiones con acabar con la zona libre del Sahara, siendo esta posibilidad cada vez más posible debido a los reiterados despliegues, plan marroquí que consiste en la salida de sus tropas al este del muro
para atacar a las fuerzas del (ELPS) posicionadas en los territorios liberados de la República
Saharaui, donde se encuentran sus bases y cuarteles generales. Otras fuentes consultadas apuntan a que Marruecos ampliará su muro en la
«horquilla» geográfica que une con la localidad mauritana de Bir Mogrein, de modo que el territorio liberado quede partido en dos, considerándose como uno de los requisitos para que se
cumpla esta predicción que Trump vuelva a la Casa Blanca y retome el
apoyo de Estados Unidos a Marruecos y de luz verde a Marruecos para la invasión terrestre de los territorios liberados de la RASD.
En los últimos meses, Marruecos ha estado acumulando medios en el Sáhara Occidental.
Esta acumulación de medios se está dando a lo largo del muro que divide
el Sáhara, aunque tiene su concentración en las regiones de Guelta
Zemmur, en el centro, en Mahbes, en el norte, y en Auserd, en el sur,
contando con un gran número de vehículos logísticos, blindados,
artillería e incluso una de carros de
combate Abrams modelo M1A2 SEPv3.
"En los últimos meses, el Ejército marroquí ha estado llevando a cabo
operaciones de limpieza al norte de la zona de responsabilidad de la
MINURSO (la misión de la ONU en el Sáhara) incluida Tuisgui", ha
señalado en rueda de prensa el portavoz del secretario general de
Naciones Unidas, Stéphane Dujarric.
En el norte de África se encuentran las espadas en alto. Marruecos y Argelia conviven con una tensión que en cualquier momento puede estallar en una guerra abierta.
Estos dos países están enemistados históricamente, la guerra abierta entre el reino alauita y el Frente Polisario por el control del Sáhara Occidental,
ocupado ilegalmente por Marruecos desde que España abandonara a su
suerte a su última colonia, ha tensionado aún más las relaciones con sus
vecinos del Este.
Argelia lleva acogiendo en su territorio a los refugiados saharauis desde que estallara la guerra en 1975.
Entre las acciones prebélicas
que se están dando entre estos dos países podemos contar con el cierre
del flujo de gas que parte de Argelia hacia Europa y que tiene su paso
por Marruecos, igualmente, la muerte de dos camioneros (civiles)
argelinos por parte del ejército marroquí, mientras hacían su ruta hacia Mauritania por una zona cercana a la zona de conflicto con el Frente Polisario ha tensionado aún más las relaciones entre los dos países.
Llegados a este punto, la guerra entre ambos países parece más que probable, pero ¿cómo nos influiría una guerra entre nuestros vecinos del Sur?
España ya se ha visto, parcialmente, afectada por el corte de suministro de gas
argelino, y aunque Argelia ha prometido que recibiremos la misma
cantidad de gas que recibíamos antes, a través de transporte marítimo,
un corte total de suministros nos afectaría directamente. Es evidente
que las reservas de gas serían un objetivo militar a destruir por parte de Marruecos.
Por otra parte, tanto el control de las fronteras como la lucha contra el narcotráfico
ha sido externalizada poniéndola en manos de Marruecos, y ya sabemos
cómo utiliza esto nuestro vecino para presionar a España y a la Unión
Europea. Igualmente estarían en peligro los acuerdos de pesca y la importación de verduras provenientes del Norte de África.
También habría que tener en cuenta que España sería el principal destino de la masa de refugiados que generaría un conflicto de este calado y que tendría que acoger, según el derecho internacional.
En España viven un número significativo de inmigrantes marroquíes y argelinos que migraron por motivos económicos y que conviven en nuestro país en paz.
Una guerra entre ambos países podría generar inestabilidad entre ambas poblaciones, no olvidemos que los sentimientos identitarios se exacerban cuando se sienten atacados.
En conclusión, España sería una parte
afectada por este posible conflicto, por lo que cabe hacernos las
siguientes preguntas ¿tiene España capacidad para evitar este conflicto
armado? ¿qué intereses hay en juego? Sin duda, son preguntas difíciles responder.
Limpieza de minas en el Sáhara Occidental
España, junto a otros países europeos y los más poderosos del mundo venden armas a Marruecos.
Esto, indirectamente apoya su ofensiva militar en el territorio
saharaui. De todas maneras, no se puede decir que España sea el
principal suministrador de armas a Rabat, pero sí que el Reino es uno de
sus principales clientes. En el ámbito global, Marruecos es un cliente
muy conocido por sus constantes compras de material militar a los países
miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, ganando así un poco de
confianza.
En 2024, el gasto en defensa marroquí alcanzó cotas inéditas
del 9% del PIB y una inversión superior a los 10.000 millones de euros.
Esto sería, sobre el papel, un presupuesto cercano al español (de 13.000
millones de euros en 2023), según recoge un artículo publicado
recientemente por El Confidencial. Durante la primera etapa de la guerra
del Sáhara Occidental (1975 – 1991), el gasto militar marroquí rondó
máximos por encima del 6% del PIB a finales de los 70 y comienzos de los
80, ese gasto descendió a partir de 1991 hasta un mínimo del 2,2% en el
año 2000. Desde entonces, se ha ido recuperando hasta llegar al entorno
del 4% en los últimos 10 años.
Marruecos está acelerando su gasto militar
Los cálculos presupuestarios de cada país incluyen partidas
diferentes que hacen difícil contrastar el gasto real en equipamiento.
Por ejemplo, utilizando las cifras de 2023 del Instituto Internacional
de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI) —uno de los
centros de referencia sobre el tema—, Marruecos habría realizado
desembolsos militares por 5.000 millones de euros. En estos cálculos no
se suele desagregar qué va destinado a salarios y pensiones, qué monto a
armamento y cuál a otras tareas, como inteligencia o maniobras. En
cualquier caso, la opinión es unánime Actualmente, Marruecos no tiene
superioridad militar respecto a sus vecinos Argelia y España.
Según informó hoy Infodefensa, el gasto militar en el conjunto de
los países del norte de África alcanzó los 28.500 millones de dólares en
2023. La cifra supone un notable incremento del 38% respecto a 2022, y está protagonizada por dos países: Marruecos y Argelia.
Argel destinó en 2023 un total de 18.300 millones de dólares a sus
fuerzas armadas, lo que representa un crecimiento del 76% en apenas un
año. Es el incremento más alto del gasto militar experimentado en la
historia de Argelia. Por el contrario, Marruecos redujo sus partidas en
defensa por segundo año consecutivo, en concreto un 2,5%, de modo que se
quedó en 5.200 millones de dólares.
Por su parte, España podría responder ante cualquier tipo de gap (brecha) en capacidades que pudiese suceder en estos años. «Es cierto que Madrid está ganando impulso a Marruecos en cuestión de artillería, carros de combate, helicópteros de ataque”, dijo a El Confidencial Guillermo Pulido, analista militar, editor de la Revista Ejércitos y autor de ‘Guerra Multidominio y Mosaico’. “Pero España también
está tomando medidas, como la sustitución de los F-18 de Canarias por
Eurofighter. Respecto a Marruecos, España, además, una superioridad
económica e industrial clara. Es decir, potencial suficiente para
ejercer la disuasión”, agrega.
Marruecos compra armas para su guerra contra los saharauis
La lista de Marruecos de la compra de armamento de los
últimos años es significativa, con un refuerzos clave en fuerza
terrestre, aérea y labores de inteligencia.
Marruecos tiene encargados 36 helicópteros de combate Apache AH-64E
por unos 4.000 millones de euros (que están en construcción), 24 cazas
avanzados F-16 Viper Block 72 (con armamento y soporte) por 3.500
millones y 22 helicópteros turcos de reconocimiento y combate T-129, por
unos 1.300 millones de euros. También negocia un lote de 40 unidades
del AGM-154 JSOW, una bombas planeadoras de alta efectividad que se
lanzan desde aviones, por 700 millones.
Rabat está desplegando esfuerzos para modernizar su poder acorazado con la compra de 162 carros de combate Abrams M1A2 SEPv3 a EE.UU. por 10.000 millones de euros y la adquisición de varios tipos de blindados.
Además; Washington dio luz verde a Rabat para la compra de 18 sistemas lanzamisiles móviles Himars, con varios tipos de munición guiada GMLRS y 40 unidades de Atacms, el misil táctico de largo alcance que puede golpear objetivos a 300 kilómetros de distancia (un paquete de unos 500 millones).
Marruecos también solicitó en 2024 unos 600 misiles contracarro FGM-148 Javelin por 250 millones (de fabricación británica).
Además; Rabat solicitó a Israel misiles antiaéreo tipo Barak-MX,
aviones de inteligencia y reconocimiento, el lanzador de misiles PULS o
de 150 drones WanderB y ThunderB. Marruecos también posee 13 unidades
del dron turco Bayraktar TB2, cuatro MQ-9B Sea Guardian y algunos drones chinos tipo Wing Loong chinos. En el plano naval, Marruecos apenas ha realizado incorporaciones relevantes.
Marruecos incrementa un 7,25 por ciento su gasto militar para 2025
El presupuesto oficial marroquí para 2025 incluye un importante
incremento del 7,25 por ciento del gasto en Defensa, ya que pasa de los
124.000 millones de dírhams (unos 11.500 millones de euros) hasta los
133.000 millones de dírhams (unos 12.300 millones de euros). El gasto de
Defensa incluye casi 53.000 millones de dírhams (4.900 millones de
euros) para la Administración Nacional de Defensa (45.356 millones para
personal –4.200 millones de euros– y 7.632 millones para material –707
millones de euros–), según el Periódico.
Desde 2019 Marruecos ha incrementado significativamente su
gasto en defensa, desde 96.700 millones de dírhams (8.900 millones de
euros) en 2019 a 115.500 millones en 2022 (10.700 millones de euros),
124.700 millones en 2024 (11.500 millones de euros) y 133.000 millones
en 2025 (12.300 millones de euros).
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