La Organización del Tratado del Atlántico Norte abrirá un centro de operaciones anfibias en Sorreisa, en el norte de Noruega, para formar a paracaidistas estadounidenses, británicos y neerlandeses en condiciones árticas. La base estará operativa en 2026 y albergará a medio millar de militares.
En octubre, durante la reunión de los ministros de Defensa de la Alianza Transatlántica, 13 países miembros respaldaron la iniciativa Northlink, que contempla construir comunicaciones con satélites comerciales que hay en el Ártico.
En julio, el Gobierno de EE.UU. modificó su estrategia en el Ártico para añadir que "se está convirtiendo en un escenario de competencia estratégica", mencionando el operativo militar de Rusia en Ucrania y el aumento de la presencia de China en esta región.
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ya criticó la militarización de la zona, recordando que "el Ártico no es territorio de la OTAN.
Alerta por la decisión de Noruega de explotar el fondo del Ártico
Aunque los ecologistas se oponen a la explotación del fondo marino, varios países toman posiciones ante esta fuente de recursos críticos.
A principios de enero, Noruega hizo oficial su intención de comenzar a explotar una nueva fuente de recursos críticos: el fondo del mar. El Parlamento del país aprobó una reforma legal pactada por el gobierno de centroizquierda con varios partidos de la oposición para abrir la puerta a la explotación de un área de 281.000 kilómetros en el mar de Barents y el mar de Groenlandia, en el Océano Ártico.
Según un informe del noruego Directorio General de Petróleo, en la zona hay millones de toneladas de minerales esenciales para
la transición verde, como cobre, cinc y cobalto.
Lo cierto es que la decisión de Noruega da el pistoletazo de salida a una actividad que, según los expertos, se disparará en los próximos años ante el previsible aumento de la demanda de recursos críticos. Mientras grupos ecologistas presionan para retrasar lo más posible esta minería, que serviría paradójicamente para extraer los materiales imprescindibles para las energías verdes, varias compañías trabajan en las tecnologías y los robots que harían posible la obtención de recursos a gran profundidad. En paralelo, crece el interés por las posibilidades de una de las zonas más desconocidas del planeta: hace unos días fue noticia la presentación por parte de China de un buque de perforación submarina capaz de penetrar más que ningún otro en el manto terrestre: hasta once kilómetros medidos desde la superficie
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