Un puñado de corporaciones occidentales y élites globalistas han lanzado una toma silenciosa del suministro mundial de alimentos.
Aquí está el panorama completo:
1️ CONTROLAR LA SEMILLA
Gigantes de la agroindustria como Bayer (Monsanto), Corteva y Syngenta han convertido las semillas en propiedad intelectual. Los agricultores ya no pueden guardarlas; están atrapados en un ciclo de pago de regalías y compra de insumos caros cada temporada.
Un error, una temporada de baja cosecha, y los agricultores caen en deuda.
🇮🇳 India: Miles de agricultores se han suicidado debido a deudas vinculadas a semillas patentadas e insumos costosos.
🇰🇪 Kenia: Los agricultores de maíz luchan con semillas híbridas costosas, dejando a las comunidades dependientes de importaciones.
🇲🇽 México: Las variedades de maíz criollo están desapareciendo, reemplazadas por cultivos transgénicos controlados por corporaciones multinacionales.
🇺🇸 EE.UU.: Los pequeños agricultores enfrentan demandas por “guardar semillas” mientras unas pocas corporaciones dominan los precios y la producción.
2️ CONTROLAR LA TIERRA Y EL GANADO
El “Capitalismo de los Stakeholders” del Foro Económico Mundial se alinea con políticas que remodelan la propiedad agrícola y las dietas.
◾️ Bill Gates es el mayor propietario privado de tierras agrícolas en EE.UU.
◾️ Los Países Bajos están comprando y cerrando granjas familiares bajo los “Centros de Innovación” vinculados al FEM.
◾️ El impulso por los OMG, la carne de laboratorio y la proteína de insectos (como los gusanos de harina aprobados por la UE) reemplaza los sistemas tradicionales de ganado.
3️ CONTROLAR LA CADENA DE SUMINISTRO
Cargill, ADM, Bunge y Louis Dreyfus controlan casi el 70% de las exportaciones mundiales de granos, lo que significa que incluso países ricos en tierras agrícolas son vulnerables a los caprichos de mercados lejanos.
Una sequía en 🇦🇷 Argentina o un conflicto geopolítico en 🇺🇦 Ucrania pueden interrumpir instantáneamente el suministro global y disparar los precios.
Al controlar las semillas, las cadenas de suministro y los precios globales de los granos, las corporaciones occidentales — y por extensión, los gobiernos — pueden influir en la estabilidad política de regiones enteras.
LEVANTAMIENTO MUNDIAL DE AGRICULTORES
🇳🇱 Países Bajos, 🇩🇪 Alemania, 🇫🇷 Francia, 🇮🇹 Italia, 🇧🇪 Bélgica, 🇮🇪 Irlanda, 🇨🇦 Canadá, India - los agricultores están luchando con sus tractores en las calles, culpando a los globalistas por un ataque coordinado.
🇬🇧 Los agricultores del Reino Unido condujeron tractores a Westminster el 26 de noviembre para protestar contra el impuesto a la herencia del 20% planeado por el Partido Laborista sobre tierras agrícolas y negocios familiares de más de 1 millón de dólares — diciendo que amenaza a las granjas familiares y la seguridad alimentaria del Reino Unido.
Convirtiendo la comida en el arma definitiva, el objetivo de las corporaciones es claro: para 2030, debería desaparecer uno de cada cinco agricultores.
LA CARRERA DE EUROPA HACIA CERO EMISIONES Y AUTODESTRUCCIÓN TOTAL
El empeño de Europa en «las emisiones cero» supone una forma de autodestrucción económica que entrega la prosperidad a China. Mientras que las emisiones globales de CO₂ han aumentado de 22.300 millones de toneladas en 1992 a un récord de 37.400 millones en 2024, las emisiones de Europa han descendido de 4.000 millones de toneladas a 2.500 millones, una reducción insignificante a escala mundial. China, por el contrario, ha aumentado sus emisiones de 2.500 millones de toneladas en 1992 a casi 12.000 millones en la actualidad. Así, mientras Europa intenta eliminar el carbono, China sigue quemando carbón a niveles sin precedentes y refuerza su dominio industrial y geopolítico.
La agenda de descarbonización europea ha provocado un grave declive industrial. La industria manufacturera representaba antes el 20% del PIB de la UE y casi el 30% de la producción mundial; hoy en día, estas cifras han caído al 14% y al 15%. Los precios de la energía se han disparado: mientras que un estadounidense paga 100 dólares por calentar su casa, un europeo paga entre 300 y 500 dólares. Los costes de iluminación son igualmente desproporcionados, a pesar de que los estadounidenses ganan mucho más. Como resultado, las industrias están abandonando Europa; según se informa, Alemania pierde 10.000 puestos de trabajo industriales cada mes, y el sector químico de Amberes se está derrumbando.
La descarbonización es un mito promovido por las élites ideológicas e impuesto a través de una burocracia autoritaria en Bruselas. Los europeos han desmantelado fábricas, externalizado puestos de trabajo, aumentado los costes energéticos y socavado su propia prosperidad en nombre de «salvar el planeta». Ningún europeo morirá por el «calentamiento global», mientras que millones pueden sufrir o morir por la imposibilidad de calentar sus hogares.
Los parques eólicos se presentan como el ejemplo más claro de política fallida. Ninguna turbina eólica es rentable sin subvenciones masivas. Los europeos pagan estas subvenciones a través de elevadas facturas de energía, incluso cuando las turbinas eólicas afean el paisaje y proporcionan electricidad poco fiable. El problema se ve agravado por la corta vida útil de las turbinas: para 2030, habrá que sustituir unas 14.000, pero los operadores no han reservado fondos para su sustitución.
Mientras Europa sacrifica industrias y niveles de vida, China no solo amplía el uso del carbón, sino que invierte miles de millones en energía de fusión nuclear, con el objetivo de obtener energía ilimitada y barata para alimentar sus ambiciones en materia de inteligencia artificial y liderazgo mundial. Europa se está debilitando militar, económica y tecnológicamente, actuando como «un viejo borracho perdido en sus fantasías».
Incluso destacados defensores del clima, como Bill Gates, han criticado recientemente la retórica apocalíptica y han pasado a dar prioridad a la salud mundial y a las tecnologías prácticas. La humanidad es plenamente capaz de adaptarse a un calentamiento moderado, al igual que se ha adaptado a cambios medioambientales mucho más severos.
Europa debe abandonar el mito de la descarbonización y buscar la fortaleza: restaurar la industria, liberar la energía fósil y nuclear, invertir fuertemente en investigación y proteger el bienestar de sus ciudadanos. Solo así podrá recuperar la prosperidad. Continuar por el camino actual significa sacrificar a los 500 millones de ciudadanos europeos a un «dios verde sin rostro», mientras China avanza a pasos agigantados.
LA SOCIEDAD DIGITAL ES UN MONSTRUO CONSUMIDOR DE ENERGÍA A NIVELES INSOSTENIBLES
OpenAI planea consumir más energía que todos los habitantes de gran bretaña o Alemania juntos y en 8 años más los 1200 millones habitantes de la India.
OpenAI planea un aumento masivo de su capacidad energética: 125x en 8 años de 0,23 GW a principios de 2025 → 2 GW a finales de 2025 → 250 GW a 2033
Con 250 GW, la demanda superaría la capacidad energética actual de la India.
La IA se está convirtiendo en uno de los principales impulsores de la demanda de energía
OTRA ORGANIZACIÓN ALARMISTA MUERDE EL POLVO
Robin Guenier
Los alarmistas climáticos no ganan para disgustos. El plan se les está torciendo y de qué manera. La organización climática 350-org fue creada en 2007 por el alarmista climático Bill McKibben con el lema «Déjalo en el suelo», en referencia al llamamiento a poner fin a la extracción de petróleo, carbón y gas, a los que culpan del cambio climático. El nombre de la organización se refiere a las 350 partes por millón de CO₂ que supuestamente no debíamos pasar cuando se creó. Ahora va por 425 ppm. En una carta, la organización ha anunciado que detiene sus operaciones en EEUU debido a la caída de sus ingresos y que reduce su personal en un 30%.
Se les acaba la sopa boba a los tontolabas alarmistas. A ver si son capaces de trabajar gratis y sin ningún apoyo, como hacemos los realistas climáticos.
NO HAY EVIDENCIA DE LA EXISTENCIA DE PUNTOS DE NO RETORNO CLIMÁTICO
Cuando te hablan de los "tipping points" (mal traducido como puntos de inflexión) te están hablando del hombre del saco. Se refieren a supuestos umbrales críticos más allá de los cuales el sistema se ve alterado de forma irreversible, lo que se presume que podría tener consecuencias potencialmente desastrosas. Estos umbrales podrían, si existiesen, considerarse puntos de no retorno, más allá de los cuales el sistema no puede volver a su estado anterior.
Pero el problema es que los puntos de no retorno en el clima son ficticios. Nadie tiene evidencias de que existan. Ello no impide que se hagan listas, y por supuesto los puntos varían de una lista a otra, puesto que no han sido identificados en base a observaciones, sino imaginados o producidos en modelos de ordenador que funcionan de forma incorrecta. Y por ello lo que ayer era un punto de no retorno, hoy ya no lo es. Por ejemplo, se hablaba mucho de los depósitos de metano en los fondos marinos en forma de clatratos que se iban a disparar según la hipótesis del fusil de clatratos. Sin embargo, este punto de no retorno despareció cuando se demostró en un estudio, publicado en la revista Reviews of Geophysics, que el metano que liberan no alcanza la atmósfera.
En los estudios geológicos no hay ninguna señal de que un aumento del CO₂ atmosférico pueda producir un cambio climático abrupto e irreversible.
Una investigación por científicos de la Universidad de Washington respalda las pruebas de numerosos estudios recientes que sugieren que el cambio climático abrupto parece ser el resultado de alteraciones en la circulación oceánica asociadas exclusivamente con las glaciaciones.
«Puede que existan otros mecanismos por los que los gases de efecto invernadero puedan provocar un cambio climático abrupto, pero no conocemos ningún mecanismo de este tipo a partir de los registros geológicos», afirmó David Battisti, profesor de ciencias atmosféricas en dicha universidad.
La falta de evidencia de la existencia de puntos de no retorno no va a evitar que nos sigan diciendo que estamos a punto de sobrepasarlos. El catastrofismo climático tiene un gran atractivo para los medios que carecen de rigor y para las películas de cine. Pero la ciencia es otra cosa, la ciencia de verdad, claro.
en más del 0,5% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) (véase la base de datos de emisiones de la Comisión Europea i ) con el Registro de Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional de la ONU ii revela que 21 de ellos no registraron las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) actualizadas, como lo exige el Artículo 3 del Acuerdo de París de 2015 iii , incluso después de que la fecha límite se hubiera extendido de febrero a septiembre de 2025. Sin embargo, estos países representan el 57% de las emisiones globales, mientras que los 9 países que sí registraron una CDN actualizada representan solo el 25%. Es más, con Estados Unidos (que representa el 11% de las emisiones) retirándose ahora del Acuerdo de París iv , esa cifra se reduce a solo el 14%, dejando el 71% de las emisiones efectivamente sin comprometer. Esto socava una de las razones de ser del "histórico" Acuerdo de París.
El Acuerdo fue un intento de Occidente y la ONU por recuperarse del fracaso de la decimoquinta Conferencia de las Partes (COP15) de la ONU, celebrada en Copenhague en 2009. Este fracaso se debió a que los negociadores de la UE y EE. UU. esperaban persuadir a los grandes países en desarrollo para que aceptaran las obligaciones de reducción de emisiones de los países desarrollados. Sin embargo, sufrieron una humillante derrota cuando estos países se negaron a ceder. Este problema se agravó a medida que, en las COP posteriores, los países en desarrollo insistieron en que no aceptarían compromisos vinculantes de reducción.
Para superar este estancamiento, la ONU propuso un enfoque completamente nuevo para la COP21, que se celebraría en París en 2015. El plan consistía en introducir dos innovaciones clave: (1) el objetivo de mantener la temperatura media global muy por debajo de los 2 °C con respecto a los niveles preindustriales ; y (2) una metodología mediante la cual cada país determinaría individualmente cómo reduciría las emisiones, complementada con una revisión periódica a medida que sus planes de reducción se ampliaran progresivamente; el llamado mecanismo de "trinquete". Ambas propuestas fueron acordadas; y el Acuerdo, considerado un avance importante, recibió amplios elogios .
Pero ambas innovaciones han fracasado.
En primer lugar, si el Informe Especial del IPCC de 2018 (párrafo C1) vi ) acertó, no hay posibilidad de que se logre el objetivo de " muy por debajo de 2 °C ". Por ello, el Informe Especial recomendó que, para limitar el calentamiento global a menos de 2 °C —es decir, para alcanzar el objetivo de " muy por debajo de 2 °C " del Acuerdo de París (Artículo 2.1 (a))—, las emisiones globales deberían " disminuir aproximadamente un 25 % con respecto a los niveles de 2010 para 2030 ". Por lo tanto, dado que las emisiones globales de CO2 en 2010 fueron de 34,0 gigatoneladas (Gt), tendrían que reducirse a aproximadamente 25,5 Gt para 2030 para cumplir el objetivo. Pero los ocho mayores emisores del mundo ( China, EE. UU., India, Rusia, Indonesia, Irán, Brasil y Arabia Saudita) ya emiten en conjunto más de 25,5 Gt (véase la nota 1), y es probable que todos aumenten (o, en el mejor de los casos, estabilicen) sus emisiones en los próximos cinco años. Por lo tanto, un calentamiento de al menos 2 °C es una certeza. Y esto es así incluso si todos los demás países del mundo reducen drásticamente sus emisiones para 2030.
Es más, como se muestra en el primer párrafo anterior, el mecanismo de “ajuste” del Acuerdo de París –la otra innovación– claramente no está funcionando.
Todo esto hace difícil evitar la conclusión de que el Acuerdo de París ha fracasado y, sin París, ¿qué esperanza queda para la campaña de la ONU sobre el cambio climático?
geoestrategia eu
Notas finales

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